Gatos en pasarelas y Grace Coddington

La pareja formada por Grace Coddington y Didier Malige publicó en noviembre de 2006 un divertidísimo libro titulado “The Catwalk Cats”, cuya traducción podría ser “Los gatos de las pasarelas”. El libro, con fotos de Malige y dibujos de Coddington, cuenta la historia de sus gatos a través de la moda, pero ¿por qué la moda? Muy sencillo. El nombre de ambos está asociado a la moda desde hace muchos años. Grace empezó como modelo para la revista Vogue en 1959, a los 18 años, y Didier empezó su carrera de estilista en el salón Carita París de Londres en los sesenta.

Grace Coddington creció en un hotel de 42 habitaciones ubicado en una isla a unos kilómetros de la costa de Gales. A los 18 años se matriculó en una escuela de modelos donde, según ella, solo le enseñaron cómo andar en una pasarela, a maquillarse y a peinarse. Entonces las modelos de moda cuidaban de sí mismas. No tardó en hacerse famosa después de aparecer su primera foto en Vogue.

En 1967, a los 26 años, sufrió un grave accidente de coche que la desfiguró. Después de cinco operaciones recuperó su rostro, pero prefirió dejar las pasarelas y probar suerte como editora en una revista de moda. Dos años después consiguió el puesto de  redactora adjunta en la edición británica de Vogue. Al cabo de 19 años, en 1986,  se trasladó a Nueva York y trabajó con Calvin Klein.

Una vez instalada en la Gran Manzana se unió a Anna Wintour, que acababa de ocupar el puesto de redactora jefe de Vogue, para convertirse en directora creativa de la revista. Durante los 28 años en este cargo, cambió radicalmente el estilo de la revista. Fue la primera en atreverse a sustituir a las modelos por actrices, convencida de que atraerían a más lectores, y no se equivocó.

En enero de 2016, a los 75 años, anunció que dejaba su puesto como directora creativa. Ese mismo año dirigió una campaña publicitaria para la joyería Tiffany & Co. con la actriz Elle Fanning como protagonista. Dos años después trabajó en una nueva línea para Louis Vuitton con la ayuda de sus gatos, tal como lo demuestra un bolso diseñado para la firma.

A finales de los noventa conoció al famoso estilista Didier Malige y no volvieron a separarse. No sabemos si a Didier ya le gustaban los gatos o si incluso aportó alguno a la casa que comparten actualmente.  El libro “The Catwalk Cats” describe la relación de la pareja con cinco gatos con personalidades muy definidas. Los dibujos de Grace, como hemos dicho antes, asocian a menudo a sus gatos con la moda.

Uno de estos dibujos se realizó sobre papel de carta del hotel Four Seasons y dice así: “Nos fuimos de compras hasta… caer rendidos. Coco, ¿te parece políticamente correcto que un gato lleve un abrigo de piel? Ojalá no nos crucemos con alguien de PeTA (Personas por el tratamiento ético de animales)… No todas las tendencias de este otoño son muy ponibles…  Los pantalones muy largos, por ejemplo, no facilitan los desplazamientos… Las hombreras exageradas no están hechas para cualquiera, tienden a empequeñecer…  Ninguna gata de más de seis meses debería ponerse minifalda…”

Los protagonistas del libro son Henri, un gato cartujo de la vieja escuela adicto a la hierba gatera; su hermana Coco, una cartuja obsesionada con la moda que solo come sashimi; Baby, el gran amigo de Coco, que no comparte su amor por la disciplina alimentaria y que, por desgracia, jamás cabrá en una talla 36; Puff, un seudo persa nacido en Harlem que ha conseguido sobrevivir a una inabarcable curiosidad, y por fin, el joven Bart, un auténtico persa que prefiere dormir en un tejado a tener una butaca en primera fila.

Basta con ojear el libro para saber que Grace y Didier adoran a sus gatos. Estamos en 2025, el libro se publicó en 2006, y es muy probable que sus protagonistas ya no estén con ellos, pero por algunas fotos sabemos que han llegado al menos otros dos persas, y que uno de ellos se llama Jimmy.

En junio de 2024, Ruth La Ferla entrevistó a Grace Coddington para una serie de retratos publicados por el New York Times. Reproducimos algunos de sus comentarios: “Es importante mantener la cabeza ocupada, estar siempre un paso por delante. Si viviese en el campo, probablemente me pasaría el día en la cama, sin hacer nada. Pero no me lo permito”.

“Me dicen que me reinvento, ya me lo decían en los años sesenta, cuando era modelo. Llevaba el pelo largo, me lo corté muy corto, volvió a crecer y lo teñí de rubio. He vuelto a cortarlo y me han pedido que vuelva a trabajar de modelo, qué curioso. Bueno, mientras me paguen…”

“Tampoco voy a decir que me llueven las ofertas, pero intento buscarme cosas que hacer. Por ejemplo, tengo un proyecto de murales para los San Vicente Bungalows en Hollywood. Siempre había querido hacer murales. Algunos de mis dibujos gatunos han acabado en un juego de té para la casa Astier de Villatte. Hace poco me pidieron que fuera jurado en un concurso de inteligencia artificial, y en ese momento pensé: ‘Se han equivocado de persona’”.

“Echo de menos la época en que dirigía los reportajes fotográficos de Vogue; me permitió ser muy creativa, rodearme de gente con un enorme talento. Algunos se convirtieron en grandes amigos a pesar de ser mucho más jóvenes que yo, hablamos durante horas por teléfono, me cuentan lo que les pasa. Envejecer significa aprender a escuchar”.

“No creo en la cirugía plástica. Nunca me he sometido a una operación, aunque no me importaría perder un par de dobles barbillas. No sé si se sebe a que fui modelo y he trabajado en la moda toda mi vida, pero creo que es importante cuidar como una se viste”.

Actualmente es uno de los rostros de Merit Beauty para el carmín “Ginger”; se ocupó en calidad de redactora del reportaje sobre Romy Mars en el número de junio 2024 de la revista W, y coprotagonizará la nueva campaña (con Pamela Anderson y Precious Lee) de las joyas de la gama Pandora. Grace Coddington nació el 20 de abril de 1941, tiene 83 años.