Gato gordo

Existe un mundo donde los gatos vuelven a casa con la pata en cabestrillo, fuman con perros y polluelos, los cerdos nadan en platos de sopa o vuelan, los conejos llevan impermeable y hacen de las suyas, las gallinas de guinea se adornan con collares de perlas y las jirafas pasean en barco por tranquilos lagos.

Cuestión de suerte
Los callejeros

Es el mundo del pintor e ilustrador Michael Sowa. Sus obras surrealistas pueden divertirnos y hacernos sonreír, pero a veces son inquietantes, extrañas, incluso incómodas. Sin embargo, también realiza encantadoras ilustraciones para algunos de los libros infantiles de Axel Hacke. En español se ha publicado uno, “El pequeño rey Diciembre”.

Febrero

Entre los múltiples animales que pinta hay gatos, enormes conejos, osos que siguen a niñas como perros, perros amigos de gatos, aves de todo tipo, reales o no. Es posible que sus cuadros de gatos sean los más intranquilizantes, como “La tarea del gato”.

La tarea del gato

Michael Sowa tiene un gato o, al menos, se hizo una fotografía con uno precioso  – quizá sea gata – blanco y negro en lo que parece su taller.

Michael Sowa con gato
Remolinos en el salón

Además de ilustrar libros infantiles, participó en la maravillosa película de animación “Wallace y Gromit, la maldición de las verduras”, dirigida por Steve Box y Nick Park. El artista reconoce que se alegró mucho cuando Nick Park le pidió que formara parte del equipo de efectos visuales porque siempre ha sido fan del trabajo del estudio Aardman.

Gato y Gallina de guinea con collar

También participó en la muy exitosa “Amélie”, del francés Jean-Pierre Jeunet, para la que realizó dos cuadros que aparecen colgados en la cabecera de la cama de Amélie (“Gallina de guinea con collar” y “Perro con collar isabelino”), así como el cerdito lámpara en la mesita de noche. En un momento de la película, los dos cuadros y la lámpara dialogan sobre el enamoramiento reciente de la protagonista. Además, como puede verse en la foto, el gato de Amélie dormía con ella.

Numerosos periódicos y revistas, como Die Zeit o New Yorker, le han encargado dibujos. Contribuye regularmente a las publicaciones de la revista satírica alemana Titanic. Tiene en su haber varias portadas de discos, entre otras la del álbum de 1994 “Miaow”, del grupo The Beautiful South. A pesar de titularse “Miaow” (Miau), la portada no incluye a ningún gato, sino a perros.

La primera portada se inspiró en la famosa foto de HMV, la empresa “La voz de su amo”, pero obligaron al grupo a cambiar la portada por “burlarse del perro terrier de la marca registrada”. Fue necesario sustituirla con una segunda portada, la de cuatro perros en un bote, también del pintor.

Michael Sowa nació en 1945 en Berlín y estudió durante siete años en la Universidad de las Bellas Artes de esa ciudad, la mayor de Europa y una de las más prestigiosas. Trabajó brevemente como profesor de arte antes de dedicarse totalmente a la pintura y a la ilustración. En 1996 publicó “Sowa’s Ark: An Enchanted Bestiary” (El arca de Sowa: Un bestiario mágico), con 50 cuadros, cuya segunda edición, en 2006, corrió a cargo de Image Connection en Estados Unidos.

Gatos de noche

En 1995 fue galardonado con el Premio Olaf-Gulbransson y en 2004 con el Premio Libro de Berlín en la categoría de Libro Infantil por las ilustraciones de “El príncipe Tamino”. En 2020 recibió el Premio E.O. Plauen. Expone de forma habitual en Japón.

La manicura

Michael Sowa dice que empezó dibujando paisajes un poco a modo de telones de fondo, pero que no tardó en comprender que necesitaba inyectarles vida. Los animales aparecieron naturalmente, como si fueran los habitantes idóneos para los escenarios. Luego, bastante más tarde, llegaron los seres humanos.

Leyendo con gato

Según el escritor Axel Hacke, es el artista perfecto para ilustrar sus libros. Michael Sowa explica que debido al humor de Hacke, no le cuesta encontrar escenas pictóricas para las historias y que, además, el escritor no le obliga a ceñirse totalmente al texto, puede “añadir cositas en las esquinas”.

Los días que pasé con Dios

Sin embargo, Michael Sowa tiene fama de retrasarse siempre a la hora de entregar las ilustraciones, como si le costara desprenderse de su obra. El artista se defiende; no se trata de querer quedarse con los dibujos, sino de un afán perfeccionista y de que tal vez el resultado no encaje exactamente con lo imaginado. Recuerda que en una ocasión, ilustrando el “El pequeño rey Diciembre”, la editorial Kuntsman mandó a alguien a su estudio a estar con él toda la noche para asegurarse de que las ilustraciones estarían listas al día siguiente.

Gatos heridos

Otra característica del artista es volver a pintar encima de un cuadro terminado. Es el caso del cuadro de una jirafa jugando a la pelota en un lago, que tristemente ya no existe porque pintó otra cosa encima. Según él, no lo piensa de antemano, sencillamente empieza a cambiar una “esquinita”, y antes de que se dé cuenta, el cuadro anterior ha desaparecido. También añade que en la gran mayoría de casos no se pierde nada.

Melancolía de una noche de verano
Los medios

Para acabar, incluimos dos cuadros que no tienen nada que ver con gatos, pero nos parecen muy graciosos. Se trata de unas patatas andando con gran decisión por la calle y de cuatro ovejas blancas con ordenadores y una negra ante un televisor.

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Un comentario sobre “Los gatos sorprendentes del pintor alemán Michael Sowa

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