El primer libro tiene como protagonista a “Tigre, el gato atigrado”, cuyo destino es salvar libros, pero no puede hacerlo solo y convence a Rintaro de que le ayude. Tigre es un gato que habla, por eso puede pedirle ayuda, e incluso burlarse de él de vez en cuando.
El abuelo de Rintaro, dueño de una librería de libros de segunda mano, acaba de morir, y Rintaro, que aún está en el instituto, sabe que no le queda más remedio que ir a vivir con su tía, su única familia. Solo le quedan unos pocos días en la librería y prefiere pasarlos allí en vez de ir al colegio.
Rintaro es un “hikikomori”, palabra que en japonés significa una persona que decide conscientemente retraerse de la sociedad y vivir en su mundo, limitándose a ir al colegio o a trabajar y volver a casa. El término suele aplicarse a adolescentes u hombres jóvenes, y el gobierno japonés estimó que ya había más de un millón en 2019. Probablemente más ahora, después de la pandemia de Covid.
Tigre conseguirá sacarle de su ensimismamiento voluntario, con un poco de ayuda de Sayo, compañera de clase de Rintaro, y en cierto modo, salvarle la vida. En español, el libro se titula “El gato que amaba los libros”; en japonés es mucho más complicado: “Hon o mamorou to suru neko no anashi”. No sabemos una palabra de japonés (excepto “neko” y “sayonara”), pero parece ser que la traducción sería “El gato que intenta proteger a los libros”.
Tigre lleva a Rintaro (y a Sayo en un par de ocasiones) a cuatro laberintos; en cada uno de ellos deberá conseguir que alguien deje de destruir libros. Según la nota al final del libro en la versión inglesa traducida por Louise Heal Kawai, en la versión original nunca se menciona el sexo del gato, lo que en japonés es factible. Sencillamente se llama “Gato”, en género neutro, y nunca se menciona si es “él, ella, el, la”.
Curiosamente, la gran mayoría de autores de los que se habla en el libro son occidentales, pero eso no impide que la historia sea muy japonesa. El autor es Sosuke Natsukawa, médico y escritor de novelas.
Nació en la prefectura de Osaka en 1978. Estudió Medicina en la Universidad de Shinshu y después de licenciarse, empezó a trabajar en un hospital en la zona rural de la prefectura de Nagano. Su primera novela, “Kamisama no karute” (Los archivos médicos de Dios), comprende varios volúmenes. Publicada en 2009, recibió el Premio Shogakukan, se vendieron más de tres millones de ejemplares y fue adaptada al cine. La primera edición de “El gato que amaba los libros” apareció el 5 de febrero de 2017 y hasta la fecha ha sido traducida a treinta y siete idiomas.
El protagonista del segundo libro es el gato “Nana”, que significa “Siete”. Sabemos que es del género masculino, a pesar de tener nombre de gata en japonés. Nana no habla, pero sí entiende perfectamente el idioma de los humanos y, es el que nos cuenta la historia de sus viajes con Satoru, al hombre que lo adopta. Se conocen cuando Nana había “sobrevivido” un año y dormía en el capó de una furgoneta gris plata propiedad de Satoru.
La relación entre ambos no habría ido mucho más allá si un coche no hubiera atropellado a Nada rompiéndole una pata. Satoru lo llevó al veterinario y luego a su casa para curarle. Satoru había tenido un gato llamado “Hachi” (Ocho) por la marca que tenía en la frente; cuando se lo explicó a Nana, este pensó – lógicamente – que le llamaría “Kiu” (Nueve), pero el hombre escogió “Nana”, el número de la suerte.
El dueño del piso donde vive Satoru no permite animales domésticos y se muda para poder seguir con Nana. Durante cinco años son los compañeros de piso ideales. Para entonces, Satoru tiene treinta y pocos años. De pronto, decide recorrer Japón en busca de viejos amigos en compañía de Nana.
No desvelaremos por qué Satoru, un hombre ordenado y poco dado a la aventura, se lanza de pronto a viajar, pero todo queda explicado por Nana al final. Cada capítulo va precedido de un pequeño dibujo que incluimos aquí.
La autora del libro es Hiro Arikawa, nacida el 9 de junio de 1972 en la prefectura de Kochi. En 2002 ganó el Premio Dengeki a Nuevos Escritores por la novela “Shio no machi” (Esperando la sal), publicada un año después. Aunque empezó como escritora de género ligero e incluso rosa, sus novelas no tardaron en ser publicadas en tapa dura.
En 2006, “Toshokan Sensō” (La guerra de la biblioteca) alcanzó el primer puesto en la lista de “Mejor entretenimiento” durante el primer semestre de 2006, y fue quinta en la lista de los Libreros Japoneses. Tiene en su haber una trilogía con las Fuerzas Armadas japonesas como telón de fondo, y otra trilogía en torno a las “Fuerzas de la Biblioteca”, fuerzas totalmente inventadas.
Varias novelas suyas han sido llevadas a la gran pantalla, y otras dos a series para televisión. Por cierto, hemos olvidado decir que la novela protagonizada por Nana y Satoru se llama “Tabineko ripouto” en japonés, que más o menos significa “Crónicas de un gato viajero”, pero curiosamente en español se ha traducido como “A cuerpo de gato”, título con gancho, desde luego, pero algo alejado de la intención de la autora en nuestra opinión.
La historia se publicó primero entre 2011 y 2012 por capítulos en el semanario Bunshun de Tokio, conocido por su periodismo de investigación, sus frecuentes enfrentamientos con el gobierno japonés y considerado uno de los semanarios más influentes del país. Salió a la venta como novela en 2012 y obtuvo numerosos premios. Fue adaptada al cine en 2018 y es un libro superventas en Japón con bastante más de un millón de ejemplares vendidos.






















