Rosa Luxemburgo tenía una gata llamada Mimi, a la que mencionó en numerosas ocasiones en su abundante correspondencia durante doce años. En una carta a una amiga dice: “Mimi es una sinvergüenza, saltó desde el suelo e intentó morderme”. A su regreso de Polonia y Alemania, escribe: “Mimi me demostró enseguida que era feliz de verme y ya vuelve a estar llena de vida, viene corriendo como un perro y se agarra a la cola de mi vestido”.
En otra oportunidad le dice a amiga que “Me levanto temprano, doy un paseo y tengo largas conversaciones con Mimi. Esto es lo que hizo anoche: La busqué por todas las habitaciones sin encontrarla. Empezaba a preocuparme cuando por fin la encontré en mi cama, tumbada de forma que la colcha la tapaba hasta la barbilla con la cabeza apoyada en la almohada exactamente como hago yo. Me miró con suma tranquilidad y picardía”.
Se ha dicho que Vladimir Ilich Lenin no le caía bien. Es verdad que no siempre estaban de acuerdo, pero se respetaban y admiraban mutuamente. De hecho, Lenin estuvo cuatro veces en la casa de Rosa Luxemburgo y tuvo el honor de conocer a Mimi. En 1911 escribió: “Lenin vino a verme ayer, disfruto hablando con él, es inteligente y culto”.
Sigue diciendo: “Mimi hizo una gran impresión en Lenin. Dijo que solo había visto a un animal tan bello en Siberia, una baskii kot, una gata majestuosa. También coqueteó con él, se tumbó de espaldas, seduciéndole, pero cuando se acercó a ella, le dio con fuera con una pata y gruñó como una tigresa”. Es sabido que a Lenin le gustaban los gatos.
Por lo que dice en esta carta, Mimi debía ser una gata grande y de pelo largo si Lenin la comparó a una gata siberiana. También cabe la posibilidad de que Lenin se diera cuenta de la importancia de Mimi en la vida de Rosa y quisiera hacerla feliz alabando a la gata. El destino de Rosa Luxemburgo se cruzó con el de Mimi mientas enseñaba en una escuela del Partido Socialista. Era una gatita de pocas semanas y le puso el nombre hebreo de Mimi, diminutivo de Miriam, al que se atribuye el sentido de “Deseada”, pero también de “Mar de amargura” o “Rebelión”. Puede que lo escogiera sencillamente porque es un nombre muy gatuno.
Rosa Luxemburgo (5 de marzo de 1871 – 15 de enero de 1919) fue una de las grandes revolucionarias teóricas de principios del siglo XX y una figura clave en los movimientos socialistas de Polonia y Alemania. Pero no se limitó a la teoría y a la enseñanza, fue una activista que arriesgó su vida y su libertad. Las autoridades polacas la encarcelaron en 1905, durante los primeros albores revolucionarios, y las alemanas en 1916 por su abierta oposición a la I Guerra Mundial.
Fue cofundadora de la Spartakusbund (la Liga Espartaquista, llamada así por el líder de la rebelión de esclavos en Roma), a la que se unieron trabajadores e intelectuales para oponerse a la guerra y al imperialismo. Criticó algunas de las decisiones de Lenin y Trotsky, pero apoyó plenamente la Revolución rusa de 1917. Poco antes de morir, ayudó a fundar el Partido Comunista de Alemania.
A partir del mes de junio de 1916 estuvo encarcelada durante dos años y medio. Durante el encierro redactaba panfletos que conseguía sacar de la cárcel y escribía a sus amigos y compañeros. En esas cartas seguía hablando de Mimi: “En casa, cuántas veces supo guiarme por el buen camino con sus largas y silenciosas miradas, y no me quedaba más remedio que ahogarla a besos… y decirle: ‘Tienes razón, ser buena y generosa es lo que cuenta’”.
Consideró llevarse a Mimi a la cárcel, pero prefirió entregarla a alguien que cuidara de ella hasta su vuelta. Rosa Luxemburgo tenía un ama de llaves, Gertrud Zlottko, que tal vez cuidó de Mimi. En Internet circula esta foto donde, supuestamente, se ve a Mimi en brazos de una mujer que quizá sea Gertrud. Pero nada prueba que se trate de Mimi o del ama de llaves.
En enero de 1919, a pesar de las advertencias de Rosa Luxemburgo y de Karl Liebknecht, algunos camaradas se lanzaron a un levantamiento prematuro que no tardó en ser ahogado brutalmente por grupos paramilitares (formados en su mayoría por futuros miembros del partido Nazi) organizados bajo el nombre de Freikorps (Cuerpos libres). Rosa y Karl fueron apresados el 15 de enero de 1919. Después de ser interrogada y torturada, fue abatida de un tiro en la nuca y su cuerpo acabó en las aguas del canal Landwehr de Berlín. Tenía 48 años.
Rosa Luxemburgo había vuelto a encontrar a Mimi al salir de la cárcel en 1918. Aparte de echar de menos a su gata, durante esos dos años se fijó mucho en los pájaros que se posaban en el borde la pequeña ventana de su celda. También se dedicó a dibujar las plantas del huerto de la cárcel y escribió un desgarrador texto sobre los animales que trabajaban allí, concretamente unos búfalos de agua rumanos que llevaban mercancía al patio:
“Durante la descarga, los animales permanecían totalmente quietos, agotados y uno de ellos, el que sangraba, miraba hacia delante; en su rostro negro y suave mirada negra la misma expresión de un niño llorando… que no sabe cómo escapar de la brutalidad y del dolor… ¡Cuán lejos, cuán irremediablemente perdidos están los libres, suculentos y verdes pastos de Rumanía!”
La gran directora alemana Margarethe von Trotta realizó en 1986 una película sobre la vida de Rosa Luxemburgo y no olvidó incluir a Mimi, su compañera durante doce años.
En 2016, la autora Kate Evans publicó una novela gráfica titulada “Red Rosa”, publicada en español un año después por Ediciones IPS como “La rosa roja”.
Al no disponer de material gráfico de Rosa Luxemburgo y de Mimi, hemos ilustrado esta entrada con cuadros de diversos autores.

















Una linda y triste historia. Me pregunto qué habrá pasado con Mimí cuando falleció su dueña.
Gracias. Nosotros también, pero no hemos encontrado más informnación.