París, distrito XIV, 1929

André Kertész es uno muchísimos fotógrafos que han retratado gatos. Fotografió a los que convivieron con él y a los que vio en la calle. Nació el 2 de julio de 1894 en Budapest, entonces parte del Imperio austrohúngaro, en el seno de una familia judía de clase media. Su padre era un librero que falleció de tuberculosis en 1908, dejando a su viuda sin medios económicos para mantener a los tres hijos. El hermano del padre, Lipót Hoffmann, se hizo cargo de la familia y no tardaron en mudarse a su casa de campo en Szigetbecse.

1939

Hoffman costeó los estudios de comercio de su sobrino, y cuando este se graduó en 1912, le encontró un puesto en la Bolsa de Budapest, pero Andor (así se llamaba entonces) no sentía el menos interés por las transacciones financieras. Descubrió la fotografía a través de las revistas ilustradas de la época.

1927

Consiguió comprarse su primera cámara en 1912 con unos ahorros y empezó a fotografiar a los campesinos, gitanos y paisajes que rodeaban la casa de su tío. Dos años después, con el estallido de la I Guerra Mundial, fue reclutado y acabó en las trincheras, donde siguió haciendo fotos. Herido de bala en 1915, sufrió una parálisis temporal del brazo izquierdo. No se recuperó a tiempo para volver a combatir.

Años 1930

Las primeras fotos con un gato, fechadas en 1918 y tomadas en la ciudad de Braila, Rumanía, se titulan “Pierrette con un gato”. No sabemos quién era Pierrette.

Pierrete con un gato (Braila, Rumanía, 1918)

André Kerstész siguió trabajando en la Bolsa y allí conoció a la que sería su esposa, Erzsébet Saly. A principios de los años veinte dejó el trabajo para dedicarse a la apicultura, pero su rebelión fue breve debido a la Revolución Húngara y a la llegada del comunismo. Deseaba emigrar a Francia, pero su madre le disuadió.

1928

En 1925, la revista húngara Érdekes Újság publicó una de sus fotografías en la portada, lo que le aportó cierta fama. Para entonces, ya estaba decidido a irse a París y eso hizo en septiembre de 1925, dejando atrás a su madre y a su novia. Numerosos artistas húngaros emigraron en esa misma época, mencionaremos a Robert Capa, Brassaï, Julia Bathory.

La primera foto de suya de un gato en París fue hecha en 1926, en la puerta Saint Denis: un gato negro cruzando una calle casi desierta. Al poco de llegar, le presentaron al periodista y editor Gyula Halász, que hablaba perfectamente francés, cosa que Kerstész no hacía. Ilustró varios artículos de Halász para la revista francesa “VU” y le enseñó la técnica de la fotografía nocturna, entre otras muchas cosas. Halász quedó cautivado y pronto se convirtió en un fotógrafo de renombre bajo el seudónimo de Brassaï (https://gatosyrespeto.org/2015/11/26/los-gatos-y-los-fotografos-brassai/).

Porte St. Denis, París, 1926

Kerstész aceptó encargos de revistas europeas, se cambió el nombre por el de André y no tardó en saltar a la fama. En 1927, Jan Slivinsky presentó treinta fotos suyas en la galería “Sacre du Printemps”, en lo que era la primera exposición individual de un fotógrafo.

Mujer alimentando gatos

Aunque nunca habló públicamente de esta relación – quizá porque seguía prometido con Erzsébet Saly –, se casó en secreto con Rogi André en 1928 y se divorciaron en 1931.  El año en que se casó realizó una serie de fotos titulada “Perro y gato”. Los dos comparten una caja con diferentes variaciones de humor.

En los años treinta se había convertido en un fotógrafo célebre y logró que Erzsébet llegara a París. La pareja contrajo matrimonio en 1933, más de diez años después de haberse conocido y de una separación de casi ocho años. No volvieron a separarse, y ella pasó a hacerse llamar Elizabeth.

Elizabeth

A mediados de los años treinta, los cambios en la política europea y la creciente antipatía hacia los judíos empujaron a la pareja a aceptar una invitación de la Keystone Agency. Un año antes de irse, en 1935, Kertész se autorretrató con un gato negro.

Autorretratos (1935)

Pero la vida en Estados Unidos fue más difícil de lo que esperaba; echaba de menos a sus amigos franceses y a los estadounidenses no les gustaba mucho que les fotografiaran en la calle, de improviso. La Agencia Keystone quería que trabajara en un estudio, y para colmo, le costaba mucho hablar inglés. Había tardado años en aprender francés y no conseguía hacerse con otro idioma.

Mujer con gatos (París)

Abandonó la agencia y empezó a trabajar para diferentes revistas de prestigio, como Harper’s Bazaar, Town and Country y Life. Esta última le encargó el reportaje “El remolcador”. En una de las fotos (1939) aparece un gato.

El remolcador (1939)

En 1941, Vogue dedicó un número a sus fotógrafos, pero omitió incluir a André Kertész, que había contribuido con más de treinta encargos para la propia revista y para House and Garden. De hecho, la portada de esta última del número de abril de 1940 es una foto suya con un gato blanco y negro en un sofá.

Ese mismo año, el gobierno declaró al matrimonio “enemigo” al tener la nacionalidad húngara (Hungría estaba del lado de los países del Eje). Se prohibió a Kertesz que tomara fotos en exteriores o que participara en encargos relacionados con la seguridad nacional. Prefirió pasar desapercibido para no entorpecer la buena marcha de la empresa de cosméticos de Elizabeth, Cosmia Laboratories.

Edwin Rosskam con sus gatos

Desapareció del mundo de la fotografía durante tres años. De esta época hemos encontrado tres fotografías, el gato blanco y negro del autorretrato y otras dos con un gato muy parecido al que está tumbado en el sofá de la portada de House and Garden. Parece que no hay fotos de gatos posteriores a estas tres.

Autorretrato (Nueva York, 1943)

Ambos obtuvieron la nacionalidad estadounidense en 1944 y pudo volver a aceptar encargos. En 1945, el libro “Day of Paris” (Día de París), con fotografías hechas antes de emigrar, fue un éxito rotundo. Al cabo de unos meses firmó un contrato en exclusiva con House and Garden por 10.000 dólares anuales (el equivalente a 133.000 dólares actuales).

Colette (París, 1930)

En 1961 rompió su contrato con Condé Nat Publishing. Al recuperar la libertad, volvió a la fotografía que le gustaba. En 1964 expuso en solitario en el MoMA de Nueva York. Elisabeth falleció en 1977. Para entonces, André Kertész había aprendido inglés, aunque sus amigos decían que hablaba “kertesziano”, una curiosa mezcla de húngaro, francés e inglés.

Colette (París, 1930)

La Corporación Polaroid le regaló en 1979 una cámara SX-70 con la que experimentó en los años ochenta, y en 1982 fue galardonado con el Gran Premio Nacional de Fotografía en París. Falleció en Nueva York el 28 de septiembre de 1985 a los 91 años.

Tsuguharu Foujita (1928)

Un comentario sobre “Gatos en la fotografía de André Kertész

Deja un comentario