Enid Marx fue una conocida artista, dedicada sobre todo al diseño textil, que tuvo entre sus clientes a la empresa London Transport (LT), creada en 1933 para reunir a todos los transportes públicos de Londres; es decir, nada menos que autobuses, metro y cercanías. En 2000 fue sustituida por Transport for London (TFL).

Enid Marx

A pesar de no haberse graduado en el Royal College of Art (RCA) porque entonces se consideró que sus diseños eran “vulgares” debido a un estilo demasiado popular, Enid Marx formó parte de un grupo de jóvenes artistas de talento como Eric Ravilious, Edward Bawden (https://gatosyrespeto.org/2021/02/04/la-gata-emma-nelson-y-el-pintor-edward-bawden/) y Barnett Freedman que revolucionaron la decoración del transporte público londinense.

La artista, nacida en Londres el 20 de octubre de 1902, fue la menor de los tres hijos de Annie Marie Neuberger y de Robert Joseph Marx, primo segundo de Karl Marx. Su padre era un ingeniero especializado en la fabricación de papel pintado de pared y Enid nunca tuvo reparos en decir que había sido una importante influencia a la hora de entender el diseño producido a gran escala y el arte popular.

Sus padres apoyaron desde el principio sus inclinaciones artísticas. Viajo a Europa con su familia antes de la I Guerra Mundial, especialmente a Francia, donde vivía su hermana Marguerite, y fue testigo de los movimientos de vanguardia de principios de siglo. Estudió en la Escuela Rodean entre 1916 y 1921 antes de ingresar en el RCA. Este centro la suspendió en el examen final, pero le otorgó un  doctorado honoris causa sesenta años después.

Al dejar los estudios, trabajó con las diseñadoras textiles Phyllis Barron y Dorothy Larcher, antes de abrir su propio taller en 1927 para diseñar y producir tejidos impresos mediante xilografías a base de tintes naturales en vez de químicos. Dos galerías se encargaban de vender sus creaciones y empezó a hacerse famosa entre los actores.

En 1937, la empresa London Transport le encargó el diseño de moquetas para los asientos de los autobuses y metro de Londres en un esfuerzo de modernización del transporte público, especialmente de las superficies interiores de los vehículos. Pero los diseños debían respetar dos reglas básicas: la primera era que no se viera la suciedad (manchas, etcétera) y la segunda, evitar el problema del mareo causado por un tipo de dibujo estando en movimiento.

Fantasía felina

De los trece diseños que presentó Enid Marx, la empresa escogió cuatro, y uno de estos se utilizó en el metro londinense durante décadas. Tal como dijo años después durante una conferencia dirigida a jóvenes diseñadores textiles: “Al principio, todos estábamos de acuerdo en que la mejor forma de esconder la suciedad y las manchas era utilizar colores que más o menos encajaran con las manchas, pero no tardamos en darnos cuenta de que los colores brillantes y con mucho contraste funcionaban mucho mejor para que no se vieran las manchas”.

Fue entonces cuando nació la cuarta moqueta, a la que llamó “Chevron”, una atrevida combinación de cuadrados y diagonales de diferentes tamaños en rojo y verde, dos colores que iban bien con los reposabrazos rojizos y el armazón metálico pintado de verde.

En 1944 fue designada profesora de la Facultad de Diseñadores Reales para la Industria gracias a sus grandes conocimientos en el diseño industrial. LT volvió a encargarle un nuevo diseño para los asientos de vagones remodelados e inventó “Shield” usando los mismos colores que “Chevron”, pero alejándose de las líneas rectas mediante una combinación de rombos, tal como puede verse en esta foto.

Metro de Londres, 1949

Siguió trabajando forjándose una exitosa carrera como diseñadora y también como profesora. En 1965 fue nombrada profesora jefe de la facultad de Vestuario, Textiles y Cerámica en el Croydon College of Art, donde permaneció durante cinco años. Trabajó de nuevo para la empresa de transportes en 1957 cuando le encargaron dos carteles publicitarios.

Enid Marx

Paralelamente a su trabajo como diseñadora, Enid Marx ilustró numerosos libros, el primero en 1929. Durante la II Guerra Mundial empezó a ilustrar una colección de libros infantiles cuyos protagonistas eran sobre todo animales y, cómo no, algunos gatos. Decimos “cómo no” porque se nos ha olvidado decir que la artista era una gran admiradora de los siameses.

El último libro suyo, publicado en 1972, tiene dos protagonistas llamados “Sam y Arry”, que fueron sus gatos. No sabemos con cuántos gatos compartió su vida, pero probablemente con muchos y siempre siameses. También es verdad que los siameses estaban muy de moda en el Reino Unido en los años 40 y 50.

En 1979 terminó una serie de grabados para “Marco’s Animal Alphabet” (El alfabeto animal de Marco), del que incluimos las letras dedicadas a los felinos, la jota de jaguar y la ele de león. Sin embargo, el libro no se publicó hasta después de su muerte.

Diseñó el encuadre alrededor de la efigie de Isabel II en la serie Wilding de sellos de un penique, medio penique y tres peniques. También tiene en su haber numerosas felicitaciones navideñas, entre las que hemos encontrado una de un gato en una botella deseándonos que “el espíritu de la felicidad nos acompañe todo el año”.

Marco, así la llamaban sus amigos desde los días de universidad, siempre apreció el arte popular; una pasión compartida con Margaret Lambert, su amiga y compañera, a la que conoció a principios de los años treinta. Coescribieron dos libros sobre arte popular inglés, además de reunir una importante colección de objetos que, desde 2004, puede verse en Compton Verney House./

Enid Marx y siamés
El gato de Leonard Woolf

Durante muchos años vivieron en un piso en el barrio de St. John’s Woods, en el noroeste de Londres. En los años sesenta, Margaret Lambert se compró una casa de tres pisos en Islington, un barrio de casas victorianas donde Marco vivió más de treinta años, hasta su muerte el 18 de mayo de 1998.

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