Georges Perec nació el 7 de marzo de 1936 en París y falleció el 3 de marzo de 1982 en Ivry-sur-Seine (Val-de-Marne). Fue un escritor francés miembro del grupo Oulipo (Ouvroir de littérature potentielle o Taller de literatura potencial), cuyas obras se basan en el uso de limitaciones formales, literarias o matemáticas. En casi todas sus obras se encuentran referencias a los gatos.
El siguiente poema, dedicado a los gatos, es un ejemplo de lipograma. En el texto original nunca aparece la letra “e”. No se ha intentado reproducir dicho lipograma ya que se trata de una traducción muy libre.
La Poste (Correos en Francia) emitió el 23 de septiembre de 2002 un sello en honor al autor, dibujado por Marc Taraskoff.
Georges Perec – Nos chats
Amants brûlants d’amour, Savants aux pouls glaciaux
Nous aimons tout autant dans nos saisons du jour
Nos chats puissants mais doux, honorant nos tripots
Qui, sans nous, ont trop froid, nonobstant nos amours.
Ami du Gai Savoir, ami du doux plaisir
Un chat va sans un bruit dans un coin tout obscur
Oh Styx, tu l’aurais pris pour ton poulain futur
Si tu avais, Pluton, aux Sclavons pu l’offrir!
Il a, tout vacillant, la station d’un hautain
Mais grand sphinx somnolant au fond du Sahara
Qui paraît s’assoupir dans un oubli sans fin:
Son dos frôlant produit un influx angora
Ainsi qu’un gros diamant pur, l’or surgit, scintillant
Dans son voir nictitant divin, puis triomphant
Georges Perec – Nuestros gatos
Amantes ardientes de amor, Sabios de
pulsos helados
de los que tanto disfrutamos en el
transcurso del día
Nuestros gatos poderosos aunque tiernos, honran nuestros garitos
y, sin nosotros, pasan frío,
a pesar de nuestros amores.
Amigo del Alegre Saber, amigo del dulce placer
un gato se va sin ruido a un rincón
de lo más oscuro
Oh Estigio, lo habrías confundido con tu futuro potro
si hubieras podido, Plutón, ¡ofrecérselo
al pueblo de los esclavones!
Tiene, del todo vacilante, una actitud altanera,
mas gran esfinge soñolienta en el fondo
del desierto
que parece adormecerse en un olvido
sin fin:
El roce de su espalda produce una reacción angora
y cual gran diamante puro, el oro surge,
titilante,
en su divina mirada impasible, que se
torna triunfante
Traducción : M.G.