«The Private Life of a Cat» (La vida privada de una gata) es una película muda que incluso carece de música, una pequeña obra de arte con momentos tiernos y otros cómicos. Los protagonistas son «Él», un gato totalmente blanco, y «Ella», una gata atigrada que debió tener un antepasado persa. El documental dura exactamente 22 minutos en los que vemos la relación entre Él y Ella, el nacimiento de cinco gatitos (4 blancos y un atigrado) en primerísimos planos, cómo los cuida Ella y la curiosidad de Él. En un momento dado, Ella decide transportar a los gatitos desde la caja donde nacieron a una chimenea que solo sirve de decoración. Durante la mayoría del traslado, Él lo observa todo desde el sofá, intrigadísimo. Un poco después en la película, aunque debieron pasar unos días, Él enseña a los gatitos a trepar. Como siempre en cualquier camada hay uno o dos más listos que los demás. Ella contempla las lecciones de Él a una cierta distancia, casi podría decirse con satisfacción.
La película está firmada por Alexander «Sasha» Hamid, que efectivamente la rodó y se ocupó del montaje final, pero se debe sobre todo a la meticulosa planificación de Maya Deren. Se rodó en 1944 en Nueva York, en el piso donde vivían Maya y Alexander. En los 22 minutos hay poquísimos carteles, aparte del título y de «Él» y «Ella», podemos leer «Al cabo de dos meses», «Ella empieza a buscar un lugar para la familia», «¡Cinco! Ahora la familia necesita comida y descanso», al que sigue «Al cabo de dos semanas» y finalmente «Un sitio mejor para aprender a andar». Este es el enlace a la película: https://www.youtube.com/watch?v=jWQ6Eq_QUfM
Maya Deren, de verdadero nombre Eleanora Derenkowsky, nació en Kiev, Ucrania, el 29 de abril de 1917, hija única de Marie Fiedler y Solomon David Derenkowsky. La familia emigró a Estados Unidos en 1922, y al poco de llegar, el padre acortó el apellido a Deren.

Después de estudiar en la Universidad de Siracusa para convalidar su título de psiquiatra, empezó a trabajar en el State Institute for the Feeble-Minded (Instituto Estatal para Débiles Mentales) de Siracusa, estado de Nueva York. Incluimos una foto de Maya a los 9 años con un gato en brazos.
La familia obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1928. Sus padres la mandaron a Ginebra a estudiar en la Escuela Internacional de la Liga de Naciones entre 1930 y 1933. Al regresar a Siracusa, se matriculó en Periodismo y Ciencias Políticas en la universidad, donde conoció a Gregory Bardacke, su primer marido. Se mudaron a Nueva York en 1935 y ambos se involucraron muy activamente en el movimiento socialista. Se divorciaron en 1937 mientras ella realizaba estudios de posgrado.
En 1940 empezó a trabajar como secretaria de la coreógrafa Katherine Dunham, con la que realizó una gira por todo el país. Posteriormente, en 1942, publicó un artículo titulado «La posesión religiosa en la danza» para la revista Educational Dance. Ese mismo año se trasladó a Los Ángeles con su madre. Allí conoció al fotógrafo y director de fotografía Alexander Hackenschmied (conocido en Estados Unidos como Sasha Hammid), que había huido de Checoslovaquia después de la invasión nazi y con quien se casó unos meses después.

Maya Deren siempre quiso escribir y publicaba poemas, ensayos y artículos regularmente. Gracias a su marido descubrió el mundo del cine y no tardó en convertirse en una cineasta vanguardista. Juntos rodaron la experimental «Meshes of the Afternoon», una película plagada de simbolismos que juega con el presente y el pasado, el espacio, la realidad y la fantasía mientras interpreta un sueño aterrador.

La pareja regresó a Nueva York y Maya siguió experimentando con la imagen. Se la considera una de las personas que más contribuyó al movimiento de cine underground de posguerra. Ante la falta de canales de distribución para sus películas experimentales, decidió alquilar la Provincetown Playhouse, en Greenwich Village, donde proyectó tres de sus películas con un éxito absoluto y llenos totales. Esto la llevó a fundar una empresa de distribución, así como la Creative Film Foundation con el fin de recaudar fondos para cineastas experimentales. En la misma época que rodó la película sobre sus dos gatos, su círculo de amigos incluía a artistas tan influyentes como Marcel Duchamp, André Breton, John Cage y Anaïs Nin.
Maya y Sasha se divorciaron en septiembre de 1947, año en que ella obtuvo una beca Guggenheim para rodar danzas haitianas in situ, algo bastante criticado en su entorno por abandonar el cine de vanguardia y pasarse al documental. Durante los nueve meses de su primera estancia en Haití, se sumergió en los ritmos y rituales del vudú. Regresó en otras tres ocasiones y en total rodó unos seis mil metros de película, pero nunca llegó a montarlos. Escribió un libro sobre sus experiencias en la isla, «Divine Horsemen: The Living Gods of Haiti» (Jinetes divinos: Los dioses vivos de Haití), publicado por Vanguard Press en 1953, considerado uno de los mejores documentos antropológicos sobre este tema.
Rodó once películas experimentales, todas en 16 mm, y solía decir que «ruedo una película con lo que Hollywood se gasta en carmín». Nunca perdía la ocasión de atacar el monopolio artístico, político y económico que las grandes productoras ejercían sobre el cine.

En 1985, el compositor Teiji Ito, que fue su tercer marido, montó un documental póstumo de 52 minutos con el mismo título que el libro, escogiendo imágenes entre los miles de metros rodados por Maya en Haití.
Maya falleció en 1961, a los 44 años, de un derrame cerebral debido a una malnutrición extrema causada en parte por una larga dependencia a anfetaminas y somníferos recetados por el Dr. Max Jacobson, un médico conocido entre los artistas neoyorquinos que posteriormente fue uno de los doctores del presidente Kennedy.
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