“Millones de gatos” (título original “Millions of cats”) fue escrito e ilustrado en 1928 por Wanda Gág. Es uno de los escasos libros ilustrados que ha ganado el premio Newbery Honor (1929) y también el libro de ilustraciones más antiguo en seguir editándose.

Wanda Gág pintando con un gato

Cuenta la historia de una pareja muy muy vieja. La mujer muy muy vieja suspira por tener un gato y el hombre muy muy viejo va en busca de uno. Llega a una colina donde hay decenas, centenares, millones, miles de millones de gatos y no sabe cuál escoger. Cada vez que piensa haber encontrado el gato perfecto, aparece uno todavía más bonito.

Sin saber cuál escoger

Decide llevarlos a su casa. La mujer muy muy vieja, al verle llegar, le pregunta cómo van a alimentar a tantos gatos, un pequeño detalle en el que el hombre no había caído. Se les ocurre que lo mejor será dejar a los gatos decidir entre ellos cuál es el más bonito. Discuten con grandes maullidos, se pelean, el jaleo es tremendo. Asustados, los dos viejos muy muy viejos se meten en casa.

De regreso a casa con millones de gatos

Cuando todo se calma, vuelven a salir y allí no queda ningún gato. Entonces, de detrás de un matorral, aparece un gato delgado, hambriento, con el pelo sin brillo, en el que nadie había reparado porque no es “bonito”. Le llevan a su casa, le dan de comer, y el gato se vuelve hermoso y lustroso, exactamente como imaginaba a su gato la vieja muy muy vieja.

A cual más bonito
Y empezaron a pelear

Wanda Gág nació el 11 de marzo de 1893 en la pequeña ciudad de New Ulm, al sur de Minnesota, en el seno de una familia procedente de Bohemia (actual Chequia), y no habló inglés hasta ir a la escuela. Empezó a dibujar muy pronto y se quedó sorprendida cuando descubrió que sus compañeros no sabían manejar un lápiz.

Su padre falleció de tuberculosis a los 48 años, en mayo de 1908, y antes de morir le dijo: “Was der Papa nicht thun konnt’ muss die Wanda halt fertig machen”; o si prefieren: “Lo que papá no pudo hacer, deberá hacerlo Wanda”. Era la mayor de seis hermanos, cincho chicas y un chico, de los que la menor tenía solo un año. Su madre estaba enferma y no podía ocuparse de la casa.

Gato dormido

A los 15 años, Wanda se convirtió en la cabeza de la familia Gág. No solo consiguió alimentar a todos sus hermanos vendiendo ilustraciones al Minneapolis Journal y dando clases de dibujo, también se empeñó en que fueran al instituto. El seguro de vida de su padre ascendía a 1.200 dólares y lo hizo durar seis años.

La casa de Wanda Gàg en New Ulm, Minnesota

Por suerte, un amigo de su padre ofreció costear los gastos que supondrían sus estudios en la Escuela de Arte de Minneapolis, aunque la venta de ilustraciones le permitía seguir manteniendo a la familia. Su madre falleció dos años después, y en 2017 obtuvo la ansiada beca de la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York y vendió un cuadro al Instituto de Arte de Boston.

Gatos en la ventana
(Detalle)

Pero antes de poder irse a Nueva York, debía ocuparse de su familia. Decidieron vender la casa e instalarse todos en Minneapolis. Las dos hermanas mayores se pusieron a trabajar, la tercera se ocupó de la casa y los otros tres fueron al colegio. Pasaron dos años muy duros antes de que Wanda Gág se fuera.

La casa de la abuela
(Detalle)

En Nueva York se instaló en el Village con su amiga Lucille Lundquist, con la que había estudiado en Minneapolis y de la que incluimos tres cuadros de gatos. Ambas creían en el amor libre y mantenían relaciones con dos compañeros de la Escuela de Arte de Minneapolis que también estaban en Nueva York, Adolph Dern y Arnold Blanch. Lucille acabó casándose con Arnold Blanch y se divorciaron en 1935. Wanda vendía las suficientes ilustraciones para seguir ayudando a sus hermanos.

El gato Orlando (Lucille Lundquist Blanch, 1940)
La gata Miranda (Lucille Lundquist Blanch, 1935-40)

Expuso por primera vez en solitario en la Biblioteca Municipal de Nueva York, donde conoció a Carl Zigrosser, el fundador de la Galería Weyhe, que la apoyó incondicionalmente durante la década de los veinte. La exposición que organizó tres años después en su galería fue un éxito rotundo y Wanda fue declarada “una de las artistas gráficas más prometedoras del momento”.

Con Lucille Lundquist Blanch en una azotea neoyorquina
Por la mañana (Lucille Lundquist Blanch)

En 1927 publicó un artículo en el semanario The Nation titulado “These Modern Women: A Hotbed of Feminists” (Esas mujeres modernas: Caldo de cultivo para las feministas) en el que dejaba muy claras sus ideas. Wanda Gág tenía dos vidas, la de una respetada autora de libros infantiles y la de una mujer ferozmente independiente.

Érase una vez…

Llegó a decir: “A menudo me pregunto qué dirían todas esas personas que poseen tan elevado concepto de mí si supieran que puedo amar a más de un hombre a la vez, que hace años que tengo a tres de ellos en mi horizonte amoroso y que me entrego a extraños ritos esotéricos de amor con mis amantes. Si lo supieran, ¿me considerarían menos buena? Pero soy buena, y en cuanto al sexo, siento que soy pura, limpia, ética, buena del todo”. (Diario, 19 de marzo de 1941).

Wanda y Noopy

En 1923, Nueva York empezó a pesarle y decidió volver a la naturaleza. Añoraba vivir en un pueblo y alquiló una granja en Nueva Jersey para residir gran parte del año. Allí podía dedicarse a pintar sin ser interrumpida, a cuidar un jardín y un huerto. Para entonces, su hermana Thusnelda se había mudado a Nueva York y los demás no tardaron en hacer lo mismo, excepto Stella, que se había casado en Minneapolis. Flavia y Howard – músico en el circuito de clubes de la ciudad – vivieron varios años con Wanda.

Wanda y Noopy

Otro compañero habitual era Earle Humphreys, escritor y librero, con quien se casaría en agosto de 1943 después de una relación de más de veinte años. En 1931 compraron una granja de 78 hectáreas en los montes Musconetcong de Nueva Jersey y construyeron un estudio para Wanda al que nombraron “All Creation” (Todo creación).

Interesados (1935)

En 1945, Wanda Gág escribió en una carta que no era capaz de recorrer una manzana sin jadear y que a menudo tenía fiebre. Al cabo de poco tiempo se le diagnosticó un cáncer de pulmón terminal. Su marido y su hermano decidieron no decírselo y únicamente se lo comunicaron a sus dos grandes amigos, Robert Janssen y Carl Zigrosser. Falleció el 27 de junio de 1946 y sus cenizas fueron esparcidas en la granja. Earle Humphreys murió de un infarto el 16 de mayo de 1950.

Mutzi dormida (1937)

Además de escribir cuentos infantiles, pintar y realizar ilustraciones, tradujo varios cuentos de los hermanos Grimm. También tradujo e ilustró “Blancanieves y los siete enanitos” en un intento de contrarrestar, según sus propias palabras, la versión “trivializada, esterilizada y sentimental” de la película de Walt Disney.

Siesta (1937)

Los que la conocieron dicen que podía ser encantadora, polémica, beligerante e inflexible en sus opiniones feministas. Fue una firme defensora del regreso a la naturaleza y creemos que una gran amante de los gatos.

Estatua de Wanda en New Ulm, Minnesota

Dedicamos esta entrada a Samantha, cuyas raíces están en Minnesota. Feliz 2021.

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