François Knof, pintor suizo, expuso por primera vez en 1987 y la noche antes de la inauguración vendió todos los cuadros – un total de 41 – a un coleccionista. Nos atrevemos a decir que es el sueño de cualquier pintor. En varias críticas se le compara con el belga René Magritte, pero no acabamos de ver el parecido.
Pinta todo tipo de animales, entre los que abundan los gatos. Pero no se limita a reflejarlos en su entorno, sino en situaciones imposibles, desproporcionadas, inverosímiles, a menudo llenas de humor, sorprendentes y, en ocasiones, muy cerca de los sueños.
Hay muy poca información sobre el pintor, en realidad poquísima. Incluso en los artículos que le ha dedicado la prensa, todos repiten más o menos lo mismo. Entrando en la página web del artista hemos encontrado un texto escrito por él en el que resume su vida y que hemos traducido:
“Con 65 años he realizado 29 exposiciones individuales y he participado en diversas exposiciones colectivas, sobre todo en Suiza, aunque también en Holanda. A partir de ahora solo expondré en mi página francoisknof.com o en galerías virtuales”.
“Nací en Lausana, Suiza, y trabajé de contable durante muchos años. Siempre he vivido con mi familia, mi esposa holandesa y mis dos hijos, en lugares próximos a la naturaleza. Primero en una vieja granja situada por encima de un pueblecito rodeado de campos, Villars-le-Comte”.
“Hace 20 años que nos mudamos a Ollon y vivimos en una casa aislada en medio del bosque, al pie de los Alpes. Hemos estado rodeados de animales domésticos y otros nada domésticos: burros, ovejas, cabras, pintadas, gansos, patos, gallinas, perros, gatos y, dado nuestro aislamiento, zorros, tejones, jabalíes, linces, etcétera. Sin olvidar las lagartijas, ranas, sapos, culebras, ciervos volantes, rosalias alpinas, herrerillos, pájaros carpinteros, lechuzas, y mejor no sigo”.
“Por eso mis cuadros representan en su mayoría a animales, aunque en situaciones insólitas, porque los primeros pasos que di en la pintura fueron en el surrealismo. Me distancié poco a poco, pero algo me quedó”.
“Los animales que pinto suelen estar desproporcionados y se pasean en un universo poco habitual para ellos, pero me esfuerzo en pintar el conjunto del modo más realista posible. Esa yuxtaposición de ambientes debería despertar alguna emoción en el espectador”.
Siempre por su página web, sabemos que nació en 1939 en Berna, la capital del país, por lo que escribió el texto anterior en 2004 y, por lo tanto, ahora tendrá 82 años. El último cuadro incluido en la página es de 2017 y pertenece a una serie titulada “Casas abandonadas”.
Cuenta su vida a través de sus obras, y con un poco de paciencia es fácil recuperar una pequeña biografía. Empezó a pintar en 1960 en un estilo totalmente diferente al actual. Los primeros animales que encontramos son caballos y pájaros, sobre todo estos últimos. Vendió su primer cuadro en 1967 y se casó con Anneke en 1969.
Tenía un taller en la calle Crêt de Lausana, como demuestra la foto del gato Pitschi subido al caballete. Para entonces ya vivían en la vieja granja del pueblo de Villars-le-Comte, a unos 30 kilómetros de Lausana, donde en 1970 expuso por primera vez en la galería Artésia. Seguía muy próximo al surrealismo y apenas hay animales en esta época.
A principios de los 80 su estilo empieza a cambiar e incluye a más animales – aunque los gatos siguen sin aparecer. Hay ovejas, insectos y una magnífica serie sobre dinosaurios realizada en 1983 para ilustrar una exposición de fósiles. En 1989, los almacenes Migros imprimen 350.000 bolsas de compra con un cuadro de François Knopf: una carpa nadando en una galería de arte.
Em 1990 encontramos el primer gato: “Gato de arena”. También empieza a notarse un cierto alejamiento del surrealismo anterior. En los primeros años de la década de los 90, el cambio se hace mucho más patente y además de gatos aparecen otros animales, sobre todo bisontes.
En el cartel de una exposición de 1995 vemos a un gato blanco y negro totalmente desproporcionado en comparación a la diminuta mujer que está a su lado. Esto nos hace pensar que los gatos empezaban a ser uno de los temas favoritos del pintor. A partir de entonces, los usa cada vez más a menudo como modelos.
En 2008 participó en una exposición en torno al gato en la galería Sablons de Saint-Malo, en Bretaña, Francia. A partir de esta fecha, la página del pintor no incluye cuadros más recientes de animales, gatos u otros.
Siempre a través de imágenes, esta vez son fotos, hemos trazado sus traslados: de 1939 a 1959 vivió en Berna; de 1959 a 1979 en Lausana, con tres años entre medias, de 1962 a 1965 en Australia; de 1979 a 1984 en la granja de Villars-le-Comte, y posteriormente en Ollon.
François Knopf seguramente sea un hombre discreto y no dudamos en afirmar que un amante de los gatos. Después de haber recorrido su página web año por año, creemos que muchos de los gatos que retrató eran suyos.
lo máximo. lo llevo a mi facebook
¡Gracias! Algunos de sus gatos son in creíbles.