El cugar negro, de Buffon (Siglo XVIII)

Los críptidos son animales o seres míticos y legendarios cuya existencia es defendida por los criptozoólogos,  pero que de momento sigue siendo dudosa. Entre ellos podemos mencionar el monstruo del Lago Ness, el famoso chupacabras, el yeti, el Bigfoot, el Mokele-mbembe y una larga lista de felinos de diferentes tamaños.

Gato críptido

El criptozoólogo británico Karl Shuker, firme defensor de los animales críptidos, y sobre todo de los gatos, publicó en 1989 el libro “Mystery Cats of the World: From Blue Tigers to Exmoor Beats” (Gatos misteriosos del mundo: Desde los tigres azules a la bestia de Exmoor), donde catalogó toda una serie de felinos mediante testimonios antiguos y recientes. En 2012 publicó “Cats of Magic, Mythology and Mystery”, que puede considerarse como la secuela del anterior.

El prólogo del primero dice así: “¿Qué son los enigmáticos felinos que se entrevén en las zonas salvajes y solitarias? ¿Animales exóticos que se han escapado o sencillamente animales comunes mal observados, gatos asilvestrados, por ejemplo? ¿O podrían existir gatos genuinamente elusivos desconocidos por la ciencia o que se suponen extintos desde hace mucho? La ciencia insiste en que los gatos misteriosos no existen, pero cada vez interesan a más personas”.

Gato críptido ruso

El libro “Mysterious Creatures: A Guide to Cryptozoology” (Criaturas misteriosas: Una guía de la criptozoología), de George Eberhart, publicado en 2002, menciona nada menos que sesenta y dos tipos de criptogatos, algunos de ellos posibles supervivientes de épocas prehistóricas. En general, todos estos felinos son grandes, muy sigilosos, escurridizos y poseen rasgos que les hacen únicos. A continuación realizamos un breve resumen de los que más nos han gustado.

Tigre acuático de diente de sable

El Tatzelwurm (Sierpe de Tatzel), también llamado Dragón de los Alpes, ha sido avistado en los Alpes alemanes, austríacos, suizos e italianos desde hace muchos años. Suele describirse como un lagarto o culebra rechoncha con dos patas delanteras, totalmente cubierta de escamas con cara de gato. Se cree que puede matar a un ser humano con una mordedura por su aliento envenenado.

Tatzelwurm

El primer encuentro documentado con el Tatzelwurm tuvo lugar en 1779, cuando dos de ellos se plantaron delante del pobre Hans Fuchs, que sufrió un infarto por el susto, pero le dio tiempo a describir a las criaturas antes de morir.

Tatzelwurm

Otro gato críptido que ha hecho correr ríos de tinta es el Ozark Howler (Aullador de los Ozark), avistado en zonas aisladas de Arkansas, Misuri, Oklahoma y Kansas. A pesar de unas descripciones bastante contradictorias entre sí, siempre se representa como un enorme felino. Es verdad que hay pumas en los montes Ozark y que su rugido puede confundirse con un aullido, pero el aullador aparece en numerosas leyendas de esta región.

Aullador de los Ozark

Siguiendo en Estados Unidos nos encontramos con el Wampus Cat  (Gato Wampus), que habita los montes Apalaches, descrito como una enorme pantera de seis patas, un ser “espiritual” de ojos verdes capaz de cambiar de apariencia, que no teme al agua y nada de maravilla. Apareció documentado por primera vez en un periódico en los años 30 acusado de matar a algunas cabezas de ganado. Actualmente, varios institutos lo han adoptado como mascota.

También está The White Death (La muerte blanca), conocido asimismo como Tigre de Alaska. La leyenda cuenta que cada vez que mata a un ser humano, una nueva raya aparece en su pelaje. Se supone que vive en las zonas pantanosas cercanas a Paxson, Alaska, a unos 430 km al norte de Anchorage. Es uno de los criptogatos menos documentados.

Muerte blanca

Más hacia el sur del continente americano aparece un animal de lo más curioso, el Cactus Cat (Gato del cactus), procedente del folclore de los nativos americanos que habitan en el suroeste de Estados Unidos y en el norte de México. Se le describe como un ser mítico adaptado a la vida en el desierto, con el cuerpo cubierto de espinas que le permiten pasar entre los cactus sin hacerse daño. Según los vaqueros y pioneros del siglo XIX, el gato del cactus abría la planta y bebía la savia. Cuando ésta fermentaba, el gato se emborrachaba y perdía la compostura. Pocas veces atacaba a los viajeros y no se le consideraba agresivo. Se dice que tenía un aullido muy particular que resonaba de noche por el desierto y que también podía oírse el ruido producido por sus huesos frotándose.

Gato Cactus

Mucho más al sur está el Nuvguruvilu, palabra proveniente del mapudungun, el idioma mapuche, formada por ngürü (zorro) y filu (serpiente). Se trata de una criatura sacada directamente de la religión mapuche que vive en los lagos o ríos con cuerpo de serpiente y cabeza de zorro o con cabeza de gato, cuerpo de zorro y una culebra por rabo, que utiliza para arrastrar a las personas que se meten en el agua y chuparles la sangre.

Nuvguruvilu (Tomás Guevara Silva)

De vuelta a Europa, concretamente al Reino Unido, está la famosa Beast of  Exmoor (Bestia de Exmoor), que empezó a avistarse a finales de los años setenta del siglo pasado y vuelve a verse regularmente desde entonces en los campos y páramos de Somerset y Devon. Los testigos hablan de un felino de gran tamaño, muy parecido a una pantera o a un puma, de color negro o marrón oscuro.

Bestia de Exmoor (Alessandro Lonati)

Las leyendas de gatos míticos abundan en el continente africano, pero hemos escogido a uno, el Mngwa, originario de Tanzania, al que se describe como un enorme gato rayado del tamaño de un burro que degüella al ganado y, ocasionalmente, a algún ser humano. En 1938, William Hichens, un administrador británico, recogió muestras de pelo del Mngwa que no tenían nada que ver con el pelaje de los leones. Edward Steere, en su antología de cuentos suajilis, publicada en 1870, habla del “Nunda” que devora a la gente.

Mngwa
Mngwa

Nos faltaba irnos al otro hemisferio para hablar del Tigre de Queensland, en Australia, al que los nativos llaman “yarri”. Se le describe como un felino rayado del tamaño de un perro grande con un largo rabo, dientes enormes y muy mal carácter. Es paticorto, de ojos verdes y orejas puntiagudas. Forma parte de la mitología aborigen. Hubo numerosos avistamientos entre los años 40 y 50 del siglo pasado.

Acabaremos este breve recorrido con el Lynx (Lince), pero no el que conocemos ahora, sino el lince mítico de la mitología griega y nórdica cuya orina se transformaba en una piedra preciosa, el ligurio, que podía atraer objetos, incluso el metal. Es muy posible que fuera un tipo de ámbar amarillo de la costa báltica, tal como lo describió por primera vez Teofrasto, muerto en 287 a. d. C.

Lince (Finales del siglo XIII)

No hemos hablado de los Bakeneko japoneses porque ya les dedicamos una entrada (https://gatosyrespeto.org/2016/02/04/los-gatos-cambiantes-o-bakeneko-de-japon/), ni del gato navideño de Islandia, el Jólakötturinn, por la misma razón (https://gatosyrespeto.org/2021/12/09/el-gato-navideno-jolakotturinn-de-islandia/).

Tigre de Queensland

2 comentarios sobre “Gatos críptidos

  1. Curiosísimo artículo. Demuestra que la imaginación no tiene fronteras en la especie humana, sean de la raza que sean.

    Me ha gustado mucho.

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