Chester Bomar Himes (29 de julio de 1909, Jefferson City, Misuri, Estados Unidos – 12 de noviembre de 1984, Moraira, España) fue un escritor afroamericano cuyas novelas policíacas reflejan el racismo patente en Estados Unidos en su época y plasman verdades que el público no estaba preparado para escuchar.
Condenado a veinte años de cárcel cuando apenas contaba con 19 años, comenzó a escribir durante su estancia en prisión, e incluso llegó a publicar un relato antes de ser liberado en 1935. Ejerció diversos oficios hasta publicar su primera novela en 1945 en Los Ángeles, “If He Hollers Let Him Go” (Si grita, deja que se vaya), que obtuvo un cierto éxito, dándole la posibilidad de dedicarse a la escritura. Huyendo del racismo, empezó a pasar largas temporadas en Europa afincándose definitivamente en París en 1956. Entonces comenzó a escribir la serie de novelas de género negro policiaco que protagonizan dos detectives de Harlem, “Coffin” (Ataúd) Ed Johnson y “Grave Digger» (Sepulturero) Jones, que le haría mundialmente famoso.
Algunos de sus libros más célebres fueron llevados al cine, como por ejemplo “El pacto de los canallas” (1968), “Algodón en Harlem” (1970) y “Redada en Harlem” (1991). Se le considera como uno de los grandes de la novela negra, heredero de Raymond Chandler y de Dashiel Hammet. También publicó obras denunciando el racismo americano y la discriminación de la clase obrera, así como novelas de alto contenido sexual interracial que no fueron especialmente bien vistas en la época. Tiene veinte novelas en su haber y dos autobiografías; varias de sus obras se han publicado en España.
En 1969 se trasladó a vivir a Moraira (Alicante), donde falleció en 1984. Está enterrado en el cementerio municipal de Benissa.
Pero, aparte de todo lo anterior, Chester Himes quería a los gatos y tuvo varios. Su gran amigo John A. Williams, poeta y académico afroamericano, se encargaba de hacerle llegar latas de comida desde Estados Unidos de la marca “Tabby Treat”, la preferida de Griot, uno de sus gatos. Por las fotos que hemos encontrado, deducimos que todos sus gatos fueron siameses. Una, en blanco y negro, fue tomada por John A. Williams en 1968 en el hotel Albert de Nueva York con el gato Deros (Foto de cabecera del artículo con una lámpara en segundo plano). En otra, mucho más reciente, está con su tercera esposa Lesley Packard y el gato Griot.