Todas las personas que han tenido uno o varios gatos saben que ninguno se parece, que todos tienen sus peculiaridades y que son capaces de hacer cosas sorprendentes, pero ¿una gata escaladora?
Pues sí, parece que hay una gata escaladora. Craig Amstrong encontró a Millie en la protectora Furburbia, en el estado de Utah. “Nos fuimos a un cuartito para ver cómo nos llevábamos y enseguida trepó por mi espalda y se sentó en mis hombros. En ese momento supe que éramos compañeros y que haríamos muchos viajes juntos”.
Millie se ha convertido en una leyenda en el mundo de la escalada. Reproducimos la entrevista publicada en Bored Panda.
Como cualquier otro gato que se precie, a Millie le encanta explorar, pero no todos los gatos se sienten cómodos trepando por peñascos e investigando riscos.
Tal como se ve en la foto, el equipo de Millie es reducido: consiste en un arnés, una correa y cuerda.

Craig Amstrong, el humano de Millie dice: “Hago escalada los fines de semana y siempre pensé que si algún día tenía un amigo de cuatro patas, le llevaría conmigo”. Nos explica como entrenó a Millie: “Empezamos muy despacio, primero en un parque. Corría de un árbol a otro y le enseñé a seguirme. Se acostumbró a estar fuera y a no separarse de mí”.
Sigue diciendo: “No le gustan los espacios abiertos donde no hay abrigos para esconderse. Por eso decidí empezar yendo a una isla bastante grande en medio del Gran Lago Salado. Aparcaba la camioneta, me bajaba y empezaba a andar por una colina. Antes de quedarse sola, prefería seguirme”.
Un consejo para los que quieran emular a Craig y a Millie: “He necesitado mucho tiempo y muchos viajes para que Millie me siga por un sendero y no vaya a curiosear entre los matorrales y otras cosas de sumo interés para un gato. Lo mejor es olvidarse del tiempo, estar dispuesto a ir muy despacio y a explorar el entorno a una escala mucho más pequeña y con mucha más lentitud”.
“Generalmente hablando, se le dan muy bien los recorridos accidentados donde puede pasar de una cornisa a otra”, explica Craig. “Es una gran deportista capaz de saltar por encima de grietas y huecos importantes”. Y añade: “Tiene todas las cualidades de un buen montañero. Nunca se queja aunque las cosas se pongan difíciles. Siempre quiere llegar más arriba y se esfuerza mucho, pero también sabe cuándo llega el momento de parar”.

Craig termina diciendo: “Me quedo cerca de ella cuando hay perros, aunque ha aprendido a defenderse. Me preocupan mucho las serpientes, pero de momento no hemos encontrado ninguna”.
Dedicamos esta entrada a un amigo del blog, Alejandro Coradeghini Cisneros, que actualmente vive en Quito, Ecuador, y es un gran escalador.