Will Barnet falleció el 13 de noviembre de 2012 a los 101 años. En su larga carrera como artista – empezó a pintar en el sótano de la casa de sus padres a los 12 años – siempre incluyó gatos en sus cuadros, incluso durante el periodo en que abandonó la pintura figurativa por la abstracta.

Autorretrato

Después de conseguir una beca de la Art Students League (Liga de Estudiantes de Arte) dejó Beverly, un pueblecito en la costa de Massachusetts, para irse a Nueva York en 1931 con diez dólares en el bolsillo. Tenía 20 años recién cumplidos. Le acompañaba una carpeta llena de paisajes marinos y retratos del gato de la familia. Era verano, el país estaba sumido en la Gran Depresión. Alquiló una habitación por un dólar la noche y empezó a dibujar los desolados rostros con los que se encontraba en cada esquina.

Autorretrato

En 1935, cuatro años después de empezar a estudiar en la Arts Student League fue nombrado grabador oficial de la escuela con un salario de 15 dólares a la semana, y empezó a trabajar en el departamento de artes gráficas del Proyecto Artístico de la Administración Federal «Works Progress». A partir de 1942 y hasta 1979 enseñó grabado y pintura en la League; el famoso pintor Mark Rothko fue alumno suyo. Realizó grabados para el artista mexicano José Clemente Orozco, así como para el pintor y caricaturista William Gropper.

Dos gatos

Expuso por primera vez en solitario en 1935, y tres años después, la galería Hudson Walker de Manhattan le abrió sus puertas. Ese mismo año se casó con Mary Sinclair, una pintora y alumna suya, con la que tuvo tres hijos. A finales de los años 40 se dedicó al arte abstracto. Pertenecía al grupo conocido como «Indian Space Painters» (Pintores del espacio indio), que creaba complejos cuadros de formas geométricas basadas sobre todo en el arte amerindio.

El paseo

Sin embargo, a principios de los sesenta regresó a un estilo representativo más tradicionalista con influencias de los grandes grabadores japoneses e incluso del Pop Art. Se divorció y volvió a casar en 1953 con Elena Ciurlys, con la que vivió durante 59 años hasta su muerte. Elena y Ona, la hija de ambos, fueron el tema de numerosos retratos con gatos.

La lectora

Siempre debió haber uno o más gatos en el hogar de Will Barnet. Sabemos que Elena y él tuvieron un gato negro llamado Minou que probablemente conviviera con el perro Eon y el loro Polly. Minou aparece en numerosos cuadros, y a veces por partida doble.

Polly, Minou y Eon

¿Habría dos gatos negros? Luego está Madame Butterfly, retratada con Elena en el famosísimo cuadro «La lectora», una gata blanca que también acompaña al pintor en un autorretrato. Hay otra gata, casi totalmente blanca excepto por las manchas tricolor de la cabeza y el rabo, pero de esta ignoramos el nombre. Y en «Retrato de Martha», pintado entre 1982 y 1985, una mujer está con tres gatos, dos grandes a su espalda y uno más pequeño delante.

Retrato de Martha

Pero no sabemos quién es Martha; eso sí, debían gustarle los gatos. Por cierto, este cuadro se vendió por 55.500 euros el 18 de noviembre de 2015.

La escalera blanca

En 2003 volvió a cambiar de estilo inclinándose de nuevo por la abstracción, con colores fuertes y composiciones dinámicas que recuerdan sus obras de los años cincuenta. No sabemos si «El gato» abstracto que incluimos pertenece a esta época o a la anterior.

El gato

Sus principales obras, tanto abstractas como figurativas, pueden alcanzar los 400.000 dólares, y realizó nada menos que 80 exposiciones individuales. El Museo Metropolitano de Arte, el Guggenheim y el Whitney poseen cuadros suyos, aunque suelen estar almacenados. «No exhiben a artistas de mi naturaleza; el Whitney lleva 30 años sin mostrar un cuadro mío», dijo un par de años antes de fallecer, con su ironía habitual.

Moto
Mujer con gato negro

En el Museo Británico y el Museo del Vaticano también hay obras suyas. En enero de 2012, el Estado francés le nombró Caballero de las Artes y las Letras. Al mes siguiente recibió la Medalla Nacional de las Artes en la Casa Blanca de manos de Barack Obama, que le alabó por dejar «una marca indeleble en la cultura americana». El pintor, hablando de su larga carrera, dijo: «Siempre me he dedicado a la humanidad y a expresar la fragilidad de la vida en el arte».

Mujer en árbol con gato
Mujer y gata blanca

En una entrevista que le hizo el New York Times en 2010 dijo: «Lo he visto todo, pero quiero ver mucho más. No sabría decirle qué significa tener 99 años, solo que es diferente de tener 19. Antes trabajaba ocho, nueve o diez horas diarias, ahora solo pinto tres o cuatro horas cada día. Pero nunca transigí, jamás. Los viejos maestros siguen vivos después de 400 años, a eso aspiro».

Otra lectora

Nació el 25 de mayo de 1911 en el seno de una familia de emigrantes rusos y del este de Europa. Su padre manejaba una máquina en una fábrica de zapatos. Su primer contacto con el arte fue en la biblioteca de la pequeña ciudad de Beverly y en el cementerio, donde se fijó en las tallas de las tumbas de la época colonial. «Tenía 10 o 12 años cuando descubrí que ser artista me daría la posibilidad de crear algo que perduraría después de mi muerte».

 

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