Gato blanco I (1919)

El artista neerlandés Maurits Cornelis Escher no es especialmente conocido por dibujar gatos, sino por sus grabados xilográficos o a media tinta de construcciones imposibles, objetos y mundos imaginarios y teselados basados en cálculos matemáticos. Pero hubo un periodo muy corto de su vida en que dibujó a un gato blanco. Parece ser que se lo regaló la dueña de la casa donde vivía mientras estudiaba en Haarlem, pero repetimos, «solo parece ser», no es nada seguro.

Gato blanco II (1919)

En la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de esta ciudad empezó estudiando Arquitectura, pero no tardó en decantarse por las Artes Decorativas bajo la tutela del artista de artes gráficas Samuel Jessurun de Mesquita, con el que mantuvo una gran amistad hasta la muerte de este en el campo de concentración de Auschwitz en 1944.

Escolástica – Noche de luna llena (1931)
En Roma, 1930

La aparición del gato blanco data de esta época, concretamente de 1919. Los cuatro dibujos para grabados con un gato blanco, más el del gato negro, están todos fechados en este año. Aunque no sepamos nada del gato blanco (ni del negro), está claro que ese año, un gato se cruzó en la vida del artista. En un grabado realizado en 1926, «Sexto día de la Creación», volvió a incluir a un gato blanco frotándose contra las piernas de Eva, y cinco años después, en 1931, a varios gatos negros escuchando a otro, a un grupo de perros, un búho, unos ratones, una rana o sapo, todos ellos en buena armonía, si no fuera por la presencia algo amenazadora de unas serpientes en el grabado «Escolástica – Noche de luna llena».

 

El sexto día de la Creación (1926)

Después de 1926, que sepamos, jamás volvió a dibujar un gato, pero sí los incorporó en sus famosos teselados regulares inspirados en los mosaicos de la Alhambra y basados en la simetría geométrica.

Teselado I

 

Teselado II

Maurits Cornelis Escher nació en Leeuwarden, Países Bajos, el 17 de junio de 1898. No destacó sobremanera como estudiante; es más, no acabó el instituto. En 1922 viajó a Italia y visitó ciudades como Florencia, Ravello, Volterra y Siena, y a España, concretamente a Madrid, Toledo y Granada, donde descubrió la Alhambra. Atraído por Italia, decidió regresar a Roma, ciudad en la que vivió entre 1923 y 1935. Se casó en 1924 con Jeta Umiker, una suiza afincada en Italia.

Teselado de la Alhambra

 

Serpientes (1969)

La familia dejó Italia en 1935 debido al clima político reinante. A pesar de no tener interés en la política, el artista no soportaba el fascismo de Mussolini y se mudó a Suiza con su esposa y tres hijos. Fue entonces cuando se le encargó el dibujo de un sello para Holanda; dibujaría otro en 1949. En 1937 volvieron a trasladarse, esta vez a Bélgica, pero en 1941 la II Guerra Mundial les obligó a regresar a los Países Bajos, concretamente a Baarn, donde permaneció hasta 1970.

Autorretrato

Es el autor de 448 litografías y grabados, así como de unos dos mil dibujos. También ilustró libros, diseñó tapices, murales y, como hemos dicho antes, sellos. Durante el periodo suizo realizó 62 de los 137 dibujos de división regular del plano. Aunque estaba convencido de no ser un buen matemático, se relacionaba regularmente con matemáticos de la talla de George Pólya, Roger Penrose, Harold Coxete y el cristalógrafo Friedrich Haag, además de llevar a cabo sus propias investigaciones en torno a los teselados.

Hombre sentado con gato (1919)

La mayoría de la obra de Escher se basa en las matemáticas, lo que quizá no ayudó a que fuera más admirado en vida. Criticado por su falta de lirismo, se le tachó de «demasiado intelectual». Curiosamente, sus trabajos se hicieron más populares a partir de 1966, después de que Martin Gardner hablara extensamente de él en su columna «Juegos matemáticos» de la revista Scientific American. En 1979, Douglas Hofstadter publicó «Gödel, Escher, Bach: An Eternal Golden Braid», en el que expone conceptos fundamentales de las matemáticas, la simetría y la inteligencia explorando temas comunes a los tres.

Gato (1919)

En julio de 1969 terminó su última obra, un grabado en madera de grandes dimensiones a partir de una simetría rotacional triple titulado «Serpientes» para el que fueron necesarios tres bloques diferentes, cada uno con una triple rotación a partir del centro de la imagen con una alineación absolutamente precisa para evitar huecos o superposiciones. Cada grabado requería un total de nueve impresiones.

En 1970 se mudó al Rosa Spier Huis de Laren, un centro al que podían retirarse los artistas y donde disponía de su propio estudio. Falleció el 27 de marzo de 1972 a los 73 años.

Sus creaciones siguen despertando la curiosidad de personas de todo el mundo. Las principales colecciones de sus obras se encuentran en el Museo Escher de la Haya, la Galería Nacional de Arte de Washington DC, la Galería Nacional de Arte de Canadá en Ottawa, el Museo Israel de Jerusalén y el Huis ten Bosch de Nagasaki. La primera retrospectiva en su país natal se celebró cuando ya tenía setenta años.

El Museo Escher en La Haya

En el siglo actual, varias ciudades han organizado retrospectivas suyas. Destacaremos la de Río de Janeiro, que atrajo a 573.000 visitantes en 2011, convirtiéndose en la exposición más visitada en todo el mundo ese año.

Esta entrada está dedicada a Rafa, amante de los animales y matemático.

 

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