La escritora Margaret Atwood ya era famosa mucho antes de que Hulu decidiera transformar la distópica novela «El cuento de la criada» (Premio Arthur C. Clarke 1987) en una serie. Pero es posible que su gran afición por los cómics no sea tan conocida, ni tampoco su amor por los gatos y su empedernida defensa de los pájaros. Y solo ella habría sido capaz de unir tres aficiones aparentemente tan dispares en un personaje llamado Angel Catbird (Ángel Gatopájaro o Gatoave, no sabemos cuál suena mejor), mezcla de ser humano, gato y búho.
El cómic cuenta las aventuras de un superhéroe de la vieja escuela con textos de Margaret Atwood y dibujos de Johnnie Christmas coloreados por Tamra Bonvillain. Un genetista se convierte accidentalmente en un híbrido y se une a un grupo de seres mitad humanos mitad gatos para derrotar a un supervillano rata.

De pequeña, Margaret Atwood era una apasionada de los tebeos – aún no existían las novelas gráficas, solo los tebeos semanales -, y dibujaba viñetas. Las primeras tenían como protagonistas a dos conejos voladores un poco demasiado alegres y entusiastas de los saltos para ser considerados superhéroes. También dibujaba gatos voladores, muchos de ellos atados a globos. Cuenta que había visto dibujos de globos, pero que sus hermanos y ella no tenían debido a las restricciones de caucho durante los años de posguerra. Tampoco había gatos en su hogar porque pasaban largas temporadas en los bosques y sus padres tenían miedo de que se escaparan o acabaran en las garras de un visón salvaje.

Pasaron los años y llegaron globos y gatos a su vida. Los primeros fueron una desilusión, tenían tendencia a estallar. Se entregó a los segundos durante cincuenta años, y la confortaron y ayudaron a escribir. Añade que si ahora no tiene uno es porque teme tropezar contra él o dejarle huérfano.
Con el tiempo, Margaret Atwood se interesó cada vez más por la conservación de las aves y empezó a sentirse culpable por los múltiples regalos que sus gatos le habían traído. Con su típico humor, menciona que uno de ellos solo le dejaba las entrañas. Así es como nació el personaje de Angel Catbird, una mezcla de ser humano, gato y búho con un lógico conflicto de identidad, ¿me como el gorrión o lo salvo? Entiende ambas posibilidades. En palabras de la autora: «Es un dilema carnívoro de dos patas con alas».
Pero claro, también se dio cuenta de que un superhéroe no podía parecerse a los gatos voladores de su infancia, ni siquiera a los dibujos que hacía de adulta. Quería que Angel Catbird fuera un superhéroe sexy, con mucho músculo. Decidió unir sus fuerzas al dibujante Johnny Christmas y a la colorista Tamra Bonvillain. Empezó a preocuparse por el tipo de pantalones que llevaría un híbrido como Angel Catbird, cómo se vestiría su novia Cate Leone para cantar en una discoteca o qué tipo de muebles tendría el conde Catula, mezcla de murciélago, gato y vampiro… El primer volumen de Angel Catbird se publicó en 2016, el segundo el día de San Valentín de 2017 y el tercero en julio del mismo año. Debido al tremendo éxito, parece que habrá secuelas.

Además del cómic, Margaret Atwood escribió poemas maravillosos acerca de los gatos, entre los que mencionaremos «Blackie en Antártica», donde describe cómo su hermana la llama, estando ella de viaje, para decirle que Blackie ha muerto y pensando que querría enterrarle, lo ha envuelto en un pañuelo rojo de seda y lo ha guardado en el congelador. También está «Mourning for Cats» (Luto por los gatos), donde los compara a nuestra segunda piel, a la que nos gustaría llevar para pasarlo bien, cuando nos apetece matar sin pensar, cuando queremos deshacernos del peso gris que representa ser humano. Creemos que «January» (Enero), muy corto, está dedicado a Blackie, el gato de medianoche que nunca volverá. Los últimos versos dicen: «Si al menos encontrases el camino / desde el río de flores frías, / el bosque de nada que comer, / de vuelta a través de la ventana de hielo, / de vuelta a través de la puerta de aire cerrada». «February» (Febrero) es más largo, más alegre, pero también habla de un gato negro «…salchicha de pelo negro con los ojos amarillos de Houdini…» y de otros gatos del vecindario marcando el territorio. Acaba diciendo: «Gato, basta ya de pedir con ansia / y de tu pequeño trasero. / ¡Aléjate de mi cara! Eres el principio de la vida, / más o menos, así que empieza / a traer un atisbo de optimismo aquí. / Aleja a la muerte. Festeja la multiplicación. Haz que sea primavera».

Margaret Atwood nació el 18 de noviembre de 1939 en Ottawa, Canadá, y creció en el norte de Ontario y en Quebec. Se licenció en la Universidad de Toronto y realizó estudios de posgrado en Radcliffe College. Tiene en su haber novelas de ficción, ensayos, colecciones de poemas e historias cortas, libros infantiles, guiones para cine y radio y cómics. Publica regularmente en revistas y ha sido traducida a más de treinta idiomas. Reside en Toronto con el escritor Graeme Wilson. Es la vicepresidenta de PEN International, una asociación mundial de escritores cofundada en 1921 por Catherine Amy Dawson Scott y John Galsworthy con el objetivo de promocionar la amistad y la cooperación internacional entre escritores de todo el mundo.
Algunas de sus novelas se han adaptado para cine y teatro. Netflix emitió el año pasado la miniserie de seis capítulos «Alias Grace» y anteriormente se había rodado un largometraje basado en esta novela. El telefilm «La novia ladrona» se emitió en 2007 y «La mujer comestible» fue adaptada para el escenario. Sin embargo, la novela «El cuento de la criada» es la que más adaptaciones ha tenido: la primera en 1990,con guion de Harold Pinter y dirigida por Volker Schloendorf. A continuación fue transformada en ópera por Poul Ruders y estrenada por la Opera Nacional Inglesa en el Coliseum de Londres en 2003. Y finalmente, la serie de Hulu que empezó a emitirse el año pasado.
Sus novelas más recientes son «The Heart Goes Last» (Por último, el corazón), Ediciones Salamandra, 2015, y «Hag-Seed» (Semilla de bruja), Ediciones Lumen, 2016.