Retrato oficial de Room 8 (Foto de Roger W. Vargo)

Un buen día de 1952 apareció un gato en el aula 8 de la escuela primaria “Elysian Heights” (Altos Elíseos) de Echo Park, un barrio en pleno centro de Los Ángeles conocido por ser el hogar de músicos, actores y directores de cine como Frank Zappa (https://gatosyrespeto.org/2018/02/22/gatos-el-maestro-y-frank-zappa/), Steve McQueen, Shia LaBeouf o John Huston, entre otros. En los años cincuenta, Echo Park aún no tenía su célebre zona de moda, ni tampoco estaba tan densamente poblado; actualmente cuenta con más de 43.000 habitantes.

Ahora bien, que un gato llegue a un colegio, se pasee y esté de visita unos días, no dudamos que pueda pasar, pero ¿que decida vivir 15 años en la misma escuela? Cuando por primera vez vieron al gato atigrado, estaba famélico, y lo que hizo fue pedir trozos de sándwiches a los niños, que se encontraban en la hora del almuerzo. A continuación, les siguió al comedor y pidió más comida. En los días siguientes exigió que se le dejara entrar y dormir en las aulas, sobre todo en la 8; de ahí su nombre, “Room 8”. Varios profesores y padres a los que les gustaban los gatos calcularon que debía tener unos cinco años.

Cantando el himno nacional con Room 8
La entrada del colegio

Durante 15 años repitió exactamente la misma rutina: desaparecer por la noche y estar puntualmente por la mañana cuando abrían las puertas de la escuela. ¿Y qué ocurría en vacaciones y en verano? También desaparecía, pero el día que volvían los niños al colegio, ahí estaba. Al cabo de poco tiempo se desveló el misterio: siempre había alguna familia que vivía cerca dispuesta a acogerle si el colegio estaba cerrado.

Foto de fin de curso con Room 8
Retrato de Room 8 en la escuela

John Hernandez, que estudió en Elysian Heights, recuerda: “Conocí a Room 8 personalmente. Pasó todo el verano en casa con nuestros dos gatos, creo que fue en 1962. Pero antes ya había aparecido en numerosas ocasiones requiriendo comida, y siempre le complacíamos. Cabe la posibilidad de que fuera el padre de la última camada de nuestra gata. Tres de los seis gatitos tenían las mismas marcas que Room 8. Mi madre repartió los seis entre los vecinos, y es muy posible que el linaje de Room 8 siga vivo en el barrio”.

Room 8 deja su huella en cemento
Su huella

Room 8 se hizo muy famoso, tanto que en ocasiones llegó a recibir cien cartas en un solo día, aunque la media era de unas treinta mensuales. Cada otoño le esperaban cámaras de televisión y periodistas locales para asegurarse de que había vuelto. En 1968, el realizador Bud Wiser le incluyó en un documental de una hora de duración llamado “The World of Animals: Big Cats, Little Cats” (El mundo de los animales: Gatos grandes, gatos pequeños).

Room 8 realizando su pasatiempo favorito
«Sin nombre llegó al Aula 8 para traer fama a nuestra escuela».

Es el protagonista del libro infantil “A Cat Called Room 8” (Un gato llamado Aula 8), escrito en 1966 por Virginia Finley y Beverly Mason, antigua directora de la escuela Elysian Heights. Las ilustraciones son de Valerie Martin, que daba clases cuando Room 8 se instaló en el colegio. La revista Look publicó un reportaje fotográfico de tres páginas de Room 8 realizado por el fotógrafo Richard Hewett en noviembre de 1962. El músico Leo Kottke compuso un tema instrumental titulado “Room 8” incluido en el álbum “Mudlark”, de 1971.

Placa firmada por la ilustradora del libro

Su popularidad empezó con un artículo en “My Weekly Reader” (Mi lectura semanal), una revista de gran éxito dirigida a niños que apareció en Estados Unidos desde 1928 a 2012. A partir de ese artículo empezaron a llover las cartas de fans, más de diez mil en total. Los niños de la escuela hacían las funciones de secretarios/as para contestar toda la correspondencia. Los sobres no solo contenían cartas, sino también billetes de un dólar o más, que sirvieron para comprar libros. Y algunos de estos sobres iban sencillamente dirigidos a “Room 8, Los Ángeles, California” o “El gato, Los Ángeles, California”.

Leyendo las cartas de sus fans
Recuerdos de Room 8

Los años pasaron, y un día Room 8 se peleó con otro gato y salió mal parado. Ya no era el gato en la plenitud de la vida que había elegido el colegio como su hogar. Cuando contrajo neumonía, una familia vecina de la escuela se ofreció para cuidarle. Y cada día, el conserje le buscaba al final de las clases y lo llevaba al otro lado de la calle.

Room 8 con una de sus secretarias
En la acera: «Hogar de Room 8»

Falleció el 13 de agosto de 1968. La esquela en el periódico Los Angeles Times, en tres columnas y con una fotografía, no tenía nada que envidiar a las de importantes figuras políticas. Era tal su fama que la esquela incluso se publicó en Hartford, Connecticut. Los alumnos organizaron una colecta para sufragar su tumba en el cementerio para animales de Los Ángeles, en Calabasas, California.

En el libro dedicado a Room 8, Beverly Mason recoge varios testimonios de antiguos alumnos, como el de Angie Medrano: “Mi primer recuerdo de Room 8 es verle en los brazos de la Srta. Mason y pensar que era un gato muy grande. Le puso en el suelo y saltó a un pupitre al lado de la ventana para echarse la siesta al sol”.

Beverly Mason con Room 8
Otro retrato en la escuela

Como cualquier otra escuela primaria en los años cincuenta, Elysian Heights tenía muchas reglas: No se habla en clase, se respeta la cola, no se corre en los pasillos, no se habla durante los diez primeros minutos de la comida. Pero encima de todas estas normas, una era suprema: “No se molesta al gato”. Un maestro de entonces, Bob Bedwell, recuerda que un alumno se cambió de pupitre porque Room 8 quería su sitio.

Room 8 quiere estudiar
Publicado en la revista Look

Room 8 se tumbaba encima de los cuadernos y de los libros, robaba la comida de los niños, dormía en la mesa del profesor mientras este daba clase. Room 8 hacía lo que quería, conquistó a todo un colegio y a un vecindario. Estamos seguros de que entre los niños que le conocieron, hay muy pocos que no sean amantes de los gatos actualmente.

Duerme feliz al sol en los Campos Elíseos, Room 8.

2 comentarios sobre “El gato Room 8

  1. Comentario a «Room 8»: el nombre es mismo un juego de palabras homofono entre «Room 8» (aula escolar; y Ocho ); y «Room-mate» (compañero de escuela)….

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