Nuestro idioma está lleno de refranes que hacen referencia al gato, como por ejemplo, Aquí hay gato encerrado, cuando queremos decir que las cosas no están nada claras. El gato es uno de los animales más recurrentes en las expresiones idiomáticas, sobre todo en inglés. Algunas remontan al medievo, otras son modernas, y las encontramos con ligeras variantes en diversos idiomas.
Hemos recopilado una serie de dichos, proverbios y refranes procedentes en su mayoría del idioma inglés (Gran Bretaña y Estados Unidos), francés y castellano, ilustradas con cuadros de artistas diversos y que, en su mayoría, ya tienen una entrada en nuestro blog.
Usamos la expresión Ponerle el cascabel al gato o ¿Quién le pone el cascabel al gato? cuando se trata de una empresa que representa cierta dificultad. La frase procede de la Fábula de los Ratones de Esopo, en la que se propone ponerle un cascabel al gato para oír cuándo se acerca. Lope de Vega la usó en la comedia “La esclava de su galán”, publicada en 1647.
Un refrán que nos llegó del Siglo de Oro es Dar gato por liebre. Francisco de Quevedo y otros autores de la época mencionan con frecuencia cómo en las tabernas y posadas de entonces era habitual sustituir la carne de liebre por la de gato.
Y está la famosa locución Buscarle tres pies al gato, aludiendo a complicar las cosas. Siempre nos hemos preguntado por qué sería difícil encontrarle tres pies al gato. Pues bien, originalmente se trataba de encontrar el quinto pie, lo que nos parece más lógico. De hecho, en numerosos países de Latinoamérica se dice Buscarle la quinta pata al gato o No le busques la quinta pata al gato y también Le andas buscando la quinta pata al gato.
No olvidemos la frase Aquí hay cuatro gatos cuando se halla muy poca gente en un sitio. La explicación más habitual se refiere a que los madrileños son llamados “gatos”, pero solo se es madrileño de verdad si se pertenece a la cuarta generación nacida en la ciudad. Y de esos, hay muy pocos. Pero no podemos menos que dudarlo porque en francés, la expresión Il n’y a pas un chat (No hay ni un gato) significa que un lugar está desierto.
Hablando de dichos que existen en varios idiomas con pequeñas diferencias, el primero que nos viene a la cabeza es De noche todos los gatos son pardos, que en inglés pasa a ser All cats are grey in the dark y en francés La nuit, tous les chats sont gris.
En castellano, el gato que no se ve es pardo, en francés y en inglés, gris. El significado es obvio, con poca luz no se distingue muy bien quién o qué tenemos delante. John Heywood (Londres, 1497 – Malinas, Bélgica, 1580) en su colección de proverbios ofrece otra versión: When all candles bee out all cattes be gray (Cuando se apagan las velas, todo el ganado es gris).
La versión actual en inglés fue popularizada supuestamente por Benjamin Franklin en 1745 para explicar por qué un hombre se acostaría con una mujer mayor. El equivalente en España se debe a Miguel de Cervantes en la “Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha”, capítulo XXXIII, cuando dice: “De noche, a la vela, la burra parece doncella”.
Nadie acaba de ponerse de acuerdo sobre el significado de la expresión británica, ya casi en desuso, As conceited as a barber’s cat (Tan engreído como el gato de un barbero).
En el sur de Estados Unidos se dice As nervous as a long-tailed cat in a room full of rocking chairs (Tan nervioso como un gato de rabo largo en un cuarto lleno de mecedoras). La imagen basta para explicarlo todo, más aún si pensamos que las mecedoras solían ser el asiento predilecto de los sureños en los porches.
Los angloparlantes usan la frase To let the cat out of the bag (Dejar salir al gato del saco) cuando se revela un secreto. Existen expresiones muy similares en holandés, Een kat in de zak kopen, y en alemán, Die Katze im Sack kaufen, que traducidas literalmente significan “Comprar un lechón en una bolsa”, dejando entender que el lechón se sustituía por un gato. Al sacarlo, se revela el secreto. Pero el origen es dudoso.
En francés se dice Donner sa langue au chat (Dar la lengua al gato) cuando no se sabe contestar a una adivinanza. Al parecer, originalmente era Jeter sa langue au chie (Tirar la lengua al perro), para expresar algo negativo, ya que se tiraban los restos a los perros. El dicho cambió en el siglo XIX por una versión más ligera.
La expresión inglesa Did the cat get your tongue? y la española ¿Se te ha comido la lengua el gato? hacen referencia al silencio de una persona que se calla ante una pregunta. En inglés francés y castellano, el gato se asimila al silencio, al que guarda los secretos.
Hay un sinfín de expresiones acerca del gato y del tiempo. Ya se sabe, si un gato se pasa la pata por detrás de la oreja, lloverá. En la Provenza francesa dicen Quand le chat se frotte l’oreille, le mistral se réveille (Cuando el gato se frota la oreja, el mistral se despierta).
Los dichos de gatos y lluvia abundan en las lenguas romances. En Sicilia dicen Quannu la gatta si lava la facci, signu ch’havi a chioviri, lo que debe significar algo como Cuando la gata se lava la cara, es señal de que llega lluvia. Creemos que el proverbio gallego Se o gato lava a cara, é que venta enchente de auga posee el mismo significado. En Castilla es Gato que estornuda, anuncia lluvia.
Presuntamente, los gatos son muy sensibles a los cambios atmosféricos y notan la llegada de una tormenta mucho antes que nosotros. Eso explicaría las numerosas expresiones de gatos relacionados con el viento, la lluvia o el frío.
Un proverbio popular de la India anuncia El gato es el tigre de la rata, pero en Albania se usa otro, El gato es un león para el ratón.
En yiddish se dice que Al gato le gusta el pescado, pero le disgusta el agua. Y los georgianos tienen un dicho maravilloso: Es complicado atrapar a un gato negro en un cuarto a oscuras, sobre todo si no está.
Muy bueno! Gracias.
Una expresión inglesa que me encanta es «like herding cats», que seria algo como «organizar / pastorear gatos» y se usa cuando no hay manera de organizar nada. La usa muy a menudo mi marido (ingles).
Y un par catalanas: «qui no te feina el gat pentina», mas o menos «quien no tiene trabajo peina al gato» o sea, se entretiene/le preocupan cosas poco importantes. Es lo que ahora se llama «first world problems»
O «quan el gat no hi és les rates ballen/fan festa», «cuando el gato no está los ratones bailan/estan de fiesta», de significado evidente.
¡Muchas gracias! La expresión «like herding cats» es genial, y muy muy británica. Buscamos expresiones tipicamente catalanas, pero no encontramos ninguna. Si lo lelgamos a saber, habríamos incluido «qui no te feina el gat pentina». Es una maravilla. Pentinar el gat, fantástico.
En el capítulo 43 del Satiricón de Petronio hay una expresión que se me hizo muy curiosa: “Pero como me he comido una lengua de perro, os diré la verdad del asunto.”; el traductor anota esto al respecto: «es curioso observar que los rusos, para decir: «conozco este asunto a fondo», emplean la expresión: «en este asunto me he comido un perro».» A Petronio llegué por Marcel Schwob y sus Vidas Imaginarias, precisamente una de esas biografías versa sobre el filósofo cínico Crates, un discípulo de Diógenes que habría llevado al límite las enseñanzas de éste. La etimología de la palabra cínico nos dice que procede del latín cynicus y este del griego kynikós ‘perteneciente a la escuela cínica’, propiamente ‘perteneciente al perro’, derivado de kïon, kynós ‘perro’. Cínicos eran aquellos que seguían el ejemplo de vida de los canes; Diógenes y Crates —para mí— representan las dos posibilidades de esta filosofía: el primero es el perro osco y travieso que muerde a la menor provocación; el segundo es el perro faldero, aquel que ofrece la panza a la menor caricia: los perros se muestran sin máscaras y sin aspavientos; manifiestan rápidamente lo que desean. Me asombra que el término «cínico» se use ahora para referirse a una persona de lengua mordaz y desmedida (como la de Diógenes) solamente, sin considerar la transparencia y honestidad que hay en el resto de mostrarse sin disfraces. Son interesantes las oposiciones metafóricas entre gato y perro, uno representaría el silencio y el otro el ruido.
En México es muy típica la expresión “Gato viejo no aprende trucos nuevos”, hay una ironía encubierta en la sentencia, puesto que en general los gatos no se destacan propiamente como buenos aprendices. Mi abuela solía decir “Cara de beato, garras de gato”, en clara referencia a las personas que fingen ser buena gente. Y no hay que olvidar el frecuente: “La curiosidad mató al gato.”
Hola Zyx, la verdad sabemos mucho más de gatos que de perros, pero sí sabía que a los cínicos se les llamaba «perros», y que se enorgullecían de ello. Dede luego, sería interesante saber porque el nombre de una filosofía dedicada a vivir del modo más natural posible se ha convertido hoy en día en un sustantivo y un adjetivo que implica la falsedad.
En España se dice «No puedes enseñar trucos nuevos a un perro viejo» y en inglés «You can’t teach an old dog new tricks». Es curioso que en México se use el gato para la misma expresión.
Nos dejamos en el tintero muchas expresiones relativas al gato, algunas muy negativas. Nos gusta mucho la de su abuela. Gracias.