El ilustrador franco-estadounidense Pascal Campion nació el 13 de octubre de 1973 en River Edge, Nueva Jersey. A los tres años, su madre se divorció y regresó a Francia con su hermano Sean y él para instalarse en Provenza. Su carrera artística empezó cuando tenía 7 años y su hermano le encargó “copiar” las portadas de los cómics si quería leerlos.
Ya en el instituto tomó la determinación de dedicarse al dibujo e ingresó en la Escuela de Artes Decorativas de Estrasburgo en 1995 para estudiar Ilustración Narrativa. Se licenció en 2000 y, casualidad de casualidades, su promoción fue la última que estudió sin ordenador. Al regresar a Provenza, su hermano le construyó una herramienta desconocida, una computadora, y descubrió un mundo nuevo, la animación digital.
En 2001 se fue a Honolulú, Hawái, para desarrollar programas educacionales on line, y en 2002 se trasladó a Portland, Oregón, donde se unió al estudio Bent Image Lab antes de irse a San Francisco en 2005 para ocupar un puesto de primer artista visual en el estudio Leapfrog. Allí desarrolló numerosos personajes e historias y conoció a Katrina Finnegan, con la que se casó en 2007.
Hasta 2006 no empezó a desarrollar un estilo realmente propio. Decidió que cada mañana, en cuanto se sentara delante del ordenador, haría un dibujo, el “Sketch of the Day” (Dibujo del día). Reconoce que es algo totalmente instintivo y que, algunas mañanas, no se da cuenta de adónde va el dibujo hasta transcurridos quince minutos. Al menos, eso decía en una entrevista en 2014.
El Dibujo del día se convirtió en “Moments of Life” (Momentos o escenas de vida) y no tardó en publicarlo cada mañana en las redes sociales. El siguiente paso fue reunir parte de esas imágenes en un libro publicado con la ayuda de la plataforma de micromecenazgo Kickstarter en 2014. Se planteó reunir los fondos suficientes en 30 días, pero lo consiguió en 24 horas.
Parece que la rapidez es parte de la vida de Pascal Campion: es capaz de hacer un dibujo de calidad en 90 minutos y animar un vídeo musical en 72 horas. Él mismo lo dice: “La única razón por la que he desarrollado una carrera es porque soy muy rápido. Tengo al menos 50 amigos que dibujan mejor que yo, pero en cuanto a velocidad, sigo siendo el más rápido”.
“Sobre todo se debe a la reflexión previa”, dice George Beliard, uno de los ejecutivos de Marvel que invitó a Campion en 2012 a colaborar con el gigante del cómic. “Mucho depende de la ejecución, desde luego, pero debe haber algo antes. Tiene un don para entender la emoción de una situación y encontrar el mejor modo de plasmarla en una imagen”.
Pascal Campion expuso por primera vez en solitario en la Galería Arludik de París en 2013 y posteriormente en Burbank, California. La familia, compuesta por la pareja y sus tres hijos, Lily, nacida en 2008, los gemelos Colin y Max, nacidos en 2010, y un perro (no se habla de un gato) residieron en Sacramento hasta 2014 cuando se mudaron a San Francisco. Entre 2015 y 2018 colaboró en la primera temporada de la adaptación del libro “Green Eggs and Ham” (Huevos verdes con jamón), de Dr. Seuss, para Netflix y Warner Bros. Durante ese periodo también dibujo varias portadas para la revista New Yorker.
Según su página web, ha realizado unos 6.000 “dibujos del día”. Tiene 800.000 seguidores en Instagram y 500.000 en Facebook.
Actualmente ocupa el puesto de diseñador de producción en WildBrain Studio para el programa Peanuts Special, estrenado en Apple TV. En febrero de 2020 se publicó el libro “The Paper Kingdom”, escrito por Helena Ku Rhee e ilustrado por él, y en 2022 “Rosa’s Kingdom”, la segunda colaboración entre ambos. En enero de este año salió a la venta “The Art of Pascal Campion” (El arte de Pascal Campion), su última colección de dibujos.
No sabemos cuándo apareció el gato de los dibujos que hemos escogido para ilustrar esta entrada. En la mayoría se ve a una mujer acompañada de un gato negro en escenas sumamente cotidianas. En contadísimos casos, el gato está con un hombre o a una pareja.
En un momento dado de la carrera de Pascal Campion, ese gato negro sin nombre protagoniza una serie de viñetas como compañero de un personaje llamado “Manly Man”, cuya traducción podría ser “Hombre macho”. El gato Kitty siempre pone al pobre hombre en su sitio.
Por ejemplo, en la viñeta dedicada a perder el tiempo, donde no se ve a Manly Man, el diálogo entre hombre y gato es como sigue: Hombre: Es hora de que dejes de perder el tiempo, deberías hacer algo. Gato: No pierdo el tiempo. El tiempo no es mío. No gano tiempo por hacer algo. Gasto el mismo tiempo haciendo nada que haciendo algo. No pierdo el tiempo, lo disfruto. Hombre: No me parece que funcione así, gatito. Gato: Pero estoy seguro de que no deberías perder tu energía por mi tiempo, hombre macho.
También está el dibujante sin inspiración (De noche tarde). Gato: ¿Atascado de nuevo? Hombre: Sí. Gato: No pareces muy preocupado. Hombre: No lo estoy. Me siento seguro de mí mismo. Gato: Finges estar seguro para sentirte seguro, ¿verdad? Hombre: Bueno… puede ser. Gato: ¿Y qué tal te va? Hombre: No funciona para nada (grito de desesperación) Y no ayuda tener a un gato presuntuoso a mi lado. Gato: No tienes a un gato, no tienes nada.
Y por último hablaremos de sueños (Hoy o nunca). Hombre: ¿Soy demasiado mayor para perseguir mis sueños? Gato: Para nada. Si no los persigues ahora, serás aún más viejo mañana. Hombre: Pero no estoy preparado. Gato: Pero seguirás queriendo perseguirlos. Solo estarás preparado cuando empieces a hacerlo. Hombre: Esa comida era mía. Gato: Solo es tuya si te la comes.