Muchacha con un gato (1958)

Rafael Zabaleta nació en Quesada, Jaén, el 6 de noviembre de 1907, en el seno de una familia acomodada. Su padre falleció cuando él tenía seis años, y se crió con su madre y su tía. Manifestó afición por la pintura antes cumplir los diez años, cuando iba al colegio en su pueblo natal.

El cortijo

Se trasladó a Madrid en 1925 para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, lo que no consiguió hasta un año después al suspender la prueba práctica en junio y septiembre. Abandonó la Escuela en 1931, aunque su madre había fallecido en 1930 y tuvo que hacerse cargo de las propiedades familiares. Participó en una exposición de la Escuela en marzo de 1932 con el cuadro “La pareja”.

Vieja con gato (1953)

Al terminar los estudios en San Fernando, Zabaleta regresó a Quesada y supervisó las labores agrícolas, que le proporcionaban suficientes ingresos para dedicarse a la pintura, marcada por el contacto con la tierra y los campesinos. Vio obras de los grandes surrealistas y cubistas, que iban a impactar en su producción posterior, durante su primer viaje a París en 1934.

Fauna de Cazorla (1958)

Se encontraba en Madrid cuando estalló la Guerra Civil; su casa fue expropiada por Antonio Toral, un líder anarquista, lo que le obligó a trasladarse a Valencia. Trabajó en la Junta del Tesoro Artístico Nacional como responsable de la custodia de los archivos, bibliotecas y monumentos, primero en Valencia y luego en la zona de Guadix-Baza. Al acabar la guerra fue detenido en Madrid y llevado al campo de concentración de Higuera de Calatrava, no lejos de Jaén.

Barrio de Almería

A partir de 1940, viviendo en Quesada, se desplazaba frecuentemente a Madrid, donde conoció a artistas e intelectuales y participó en las tertulias de la época. En 1942 expuso en la Galería Biosca con muy buenas críticas, especialmente por parte de Eugenio d’Ors, que le introdujo en los círculos de los pintores catalanes.

Zabaleta a finales de los años 50 en la puerta de su casa

Expuso en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, y habitualmente en Barcelona y Madrid. Formó parte de la mayoría de las exposiciones del “Salón de los Once” de la Academia Breve de Crítica de Arte, una iniciativa impulsada por d’Ors. Allí expuso la serie «Sueños de Quesada», unos maravillosos dibujos surrealistas ejecutados a pincel, utilizando el procedimiento de aguatinta, con nombres fantásticos como “El nutatiógrafo Hofwick” o también “El fantasma geómetra captador de haces de estridencias”.

Purullena

No hemos encontrado a ningún gato en estos dibujos, pero quizá el que más podría acercarse a esta serie es una escena en un salón con un matrimonio y un hombre mirando a un gato que debería jugar con una pelota, pero que parece de lo más sorprendido al descubrir un pulpo en el suelo. Un perro les observa a ambos.

Rafael Zabaleta quizá sea más conocido por sus coloridos cuadros de escenas campesinas, pero incluso muchos estos se veían invadidos por un toque surrealista. Produjo una gran cantidad de óleos, acuarelas y dibujos. Muy pocos incluyen a un gato, únicamente trece, entre los cuales tres están dedicados totalmente a ellos, “Los gatos y la luna”, de 1954, y dos “Nocturno de los gatos”, de 1956 y 1958.  En uno de estos, el de 1956, hay dos escenas en el mismo cuadro: Vemos a cuatro gatos en dos tejados superpuestos; arriba, probablemente dos gatos en celo, abajo dos gatos, uno con un pájaro en la boca, otro con un pájaro debajo de la pata. La parte inferior recuerda un poco al cuadro de Picasso “Gato con pájaro”, pintado en 1939.

Los gatos y la luna (1954)
Nocturno de los gatos (1958)

En la página Amigos de Rafael Zabaleta (http://www.amigosderafaelzabaleta.es) descubrimos el texto siguiente: “La casa de Zabaleta (C/ Ramón y Cajal, 2) de Quesada, extrañamente carecía de gatera, al menos en su última época. Esta era un pequeño agujero que comunicaba permanentemente la casa con la calle, lo que facilitaba el tránsito de entrada y salida de los felinos, incluso estando las puertas y las cancelas de la casa cerradas; aunque este pasadizo también era aprovechado por los enamorados que “pelaban la pava” por aquellos tiempos, evitando así la apertura de ventanas donde celebrar este singular cortejo”.

Nocturno de los gatos (1956)
Gato con pájaro (Picasso, 1939)

Y también: “En cuanto a la relación de Zabaleta con los gatos, nos cuenta su amigo el profesor y escritor D. Juan Pasquau: “Cuando fui a verle en vida habitaba una de esas casas, tan características de los pueblos, de poca apariencia externa, pero de interiores complicados y espaciosos. Me llamaron la atención los gatos que en la casa de Zabaleta pululaban por todas partes. Enigmáticos gatos lucios y displicentes en el descanso de la escalera, en el portal, en la salita y hasta en la misma habitación-estudio del artista. Le pregunté si significaban algo en su obra y me respondió que nada; que estaban allí por afición del «ama» (Eulogia) que dirigía los menesteres domésticos de la casa. Zabaleta, soltero y solitario, no era muy conversador, pero recargaba vivaz el acento de cada palabra”.

Nocturno de los gatos (dibujo, 1958)

De hecho, en la casa de enfrente (C/ Ramón y Cajal, 1) vivía su tía Pepa (Josefa Aguilera García), y los gatos también campaban a sus anchas e incluso compartían territorio con los de la casa de Zabaleta. El pintor reflejó el cariño que su tía sentía por ellos en “Retrato de mi tía Pepa”, de 1943.

Retrato de mi tía Pepa (1943)

En 1949 viajó por segunda vez a París, y se reunió con Picasso y algunos pintores españoles exiliados, como Manuel Ángeles Ortiz y Óscar Domínguez. De vuelta a Quesada, continuó su actividad y pintó más de veinticinco óleos. La década de 1950 fue el período de reconocimiento nacional e internacional.

Nocturno de los gatos (1956) Detalle

A partir del año 1951 expuso en la Bienal de Venecia, en la I Bienal Hispanoamericana, en la Galería Tanagra y en la muestra de arte abstracto del Instituto Iberoamericano de Valencia (1957). Envió el cuadro “Nocturno del jardín”a la Exposición Internacional de Bruselas en 1958 y al año siguiente participó en la muestra del Museo Galliera de París. Recibió numerosos premios.

Pareja de viejos (1958)

Pasaba también largas temporadas en Santander, pero nunca abandonó su trabajo como agricultor en Quesada. A principios de 1960 sufrió un infarto de miocardio y se hospedó en casa del pintor y escultor Jesús de Perceval, que vivía en Almería. Sus últimas cartas demuestran que todavía tenía pensado regresar a Madrid y estaba preparando el envío para una exposición en París y para la Bienal de Venecia, pero durante la madrugada del 24 de junio de 1960 tuvo otro paro cardíaco que acabó con su vida. Solo tenía 53 años.

Autorretrato (1952)

Queremos acabar esta entrada dando las gracias a los Amigos de Rafael Zabaleta, que nos han proporcionado todas las fotografías de los cuadros del pintor incluidos aquí. Para terminar, hemos encontrado un curioso cuadro titulado “Desayuno con Rafael Zabaleta”, realizado en 1922 por Dagnia Cherevichnik, nacida en Riga, Letonia, en 1974.

Desayuno con Rafael Zabaleta (Dagnia Cherevichnik, 2022)
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