
A pesar del título de esta entrada, la artista Eileen Mayo nació en el Reino Unido, concretamente en Norwich, el 11 de septiembre de 1906, y no emigró a Australia hasta el año 1952. La mayoría de los gatos que enseñamos aquí fueron realizados antes de trasladarse a las antípodas, donde cambió radicalmente de estilo.

Era la mayor de tres hermanas. Vivió en Wakefield y Bristol con sus padres hasta que en 1923 estudió un año en la Escuela de Bellas Artes Slade de Londres y posteriormente, durante tres años, en la Escuela Central de Artes y Oficios para estudiar dibujo, grabado, trajes históricos y caligrafía. Pasaba gran parte de su tiempo libre en museos y galerías londinenses.

Su padre había falleció en 1921, y su madre y sus dos hermanas emigraron a Australia, dejándola sola. Consiguió algunos encargos para anuncios, ilustraciones y grabados, pero no lo suficiente para poder vivir. Por suerte, conoció al matrimonio formado por los pintores Laura y Harold Knight; estos no solo la contrataron como modelo, sino que se interesaron por sus obras y la ayudaron a darse a conocer. Era una mujer muy guapa y también fue modelo de la retratista Dod Procter y de Duncan Grant, otro amante de los gatos.

Su primera oportunidad llegó en 1928 cuando el Museo Albert y Victoria compró el linograbado “Turkish Bath” (Baño turco), que formaba parte de una exposición colectiva en la Galería Redfern, dando pie a una larga asociación con dicha galería.


Fue una viajera incansable en la primera mitad de los años treinta. Trabajó como institutriz en una familia de Alemania durante un tiempo, antes de rodear el continente africano en un carguero entre 1934 y 1935. Al regresar a Londres, se matriculó en la Politécnica de Chelsea para estudiar con Robert Medley y Henry Moore. Fue entonces cuando conoció al doctor Richard Gainsborough, viudo y padre de un niño, con el que se casó.

En 1940 se instaló en París para estudiar con el cubista Fernand Léger, un pintor que no aceptaba a cualquiera en su taller, pero la llegada de la II Guerra mundial la obligó a volver a Inglaterra.

Su marido ejercía en Sussex y ella le ayudó a llevar su consulta durante la Guerra sin por eso dejar de trabajar en el libro “The Story of Living Things and their Evolution” (La historia de las cosas vivas y su evolución), para el que hizo más de mil maravillosas ilustraciones, publicado en 1944 con un prólogo del biólogo Julian Huxley.
Eileen Mayo era una perfeccionista, como lo demuestran las increíbles ilustraciones del libro que acabamos de mencionar y los grabados que incluimos aquí. Empezó a trabajar con pintura al temple a principios de los cuarenta, en plena guerra, y a menudo la ración de huevos de la familia Gainsborough desaparecía para servir de aglutinante a los pigmentos.

En 1946 había completado otros dos libros sobre animales para la editorial Pleiades Books, en la Royal Academy se podían ver obras suyas y además formaba parte de una exposición itinerante organizada por el Arts Council. Dos años después diseñó los primeros números de la revista Art New and Review (llamada posteriormente Arts Review), publicada por su marido al dejar la profesión médica.


Decidió viajar por Francia y seguir estudiando en París. Al poco tiempo de regresar a Londres, Eileen Mayo se separó de Richard. En esa época ilustró “Best Cat Stories” (Las mejores historias de gatos) para el editor Michael Joseph, otro apasionado de los gatos al que dedicaremos una entrada dentro de poco. El libro, una colección de historias y poemas de gatos de diversos autores, se publicó en 1952.

Ese mismo año dejó Londres definitivamente y se mudó a Australia para reunirse con su madre y hermanas. Allí descubrió una fauna totalmente diferente a la que estaba acostumbrada y se lanzó inmediatamente a plasmarla en grabados y cuadros. No tardó en formar parte de los numerosos artistas emigrantes que contribuyeron al renacimiento del arte del grabado en ese país. Dio clases en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Sídney y fue miembro de la Asociación de Grabadores de Sídney.


Durante los diez años que vivió en Australia trabajó en murales, diseñó tapices, carteles y sellos. El Estado australiano le encargó el diseño de una serie de seis sellos, los primeros en incluir la fauna y flora australiana. Ninguna mujer había realizado hasta entonces una serie semejante, que fue comercializarla posteriormente en forma de carteles. Uno de los sellos, el del ornitorrinco, ganó el Premio Vizard-Wholohan al Mejor Grabado en 1962.

Se trasladó a Nueva Zelanda en 1962 para estar cerca de su madre y hermanas, que se habían mudado allí un año antes. La empresa postal neozelandesa también le encargó varios sellos. Dedicó tres años de su vida al diseño de un diorama submarino para el Museo Otago. En 1965 se instaló en la capital, Christchurch, y enseñó en la Universidad de Canterbury hasta 1972.

Dama Eileen Rosemary Mayo, pues fue nombrada dama del Imperio Británico en la lista de Año Nuevo de 1994, una semana antes de fallecer el 4 de enero a los 87 años, no solo amaba a los animales, también supo observarlos. Quizá tuviera un gato llamado Oliver, el único retrato que lleva nombre, pero no hemos podido descubrirlo.

Debido a la artritis, y muy a pesar suyo, se vio obligada a dejar de pintar en 1985. Además de ilustrar doce libros, y realizar un sinfín de grabados, litografías y cuadros al temple, escribió ocho libros. Desde muy joven fue una mujer independiente que siempre supo que dedicaría su vida a la pintura.
