Saul Steinberg dibujó 85 portadas y 642 viñetas para la revista New York Times durante casi sesenta años; la más famosa de dichas portadas es, sin lugar a dudas, la del 29 de marzo de 1976 titulada “View of the World from Ninth Avenue” (Vista del mundo desde la Novena Avenida), una ironía sobre la visión que tienen los neoyorquinos del resto del mundo más allá del río Hudson.


Pero Saul Steinberg no solo se dedicó a las viñetas, ya era muy famoso antes de la célebre portada. A finales de los años cuarenta empezó a realizar murales de gran tamaño en Europa y Estados Unidos, decoró muebles y objetos, pintó cuadros, realizó collages y esculturas, además de exponer regularmente. Él mismo decía, hablando de su enfoque ecléctico: “No acabo de pertenecer al ámbito del arte, de la viñeta o del dibujo para revista, y el mundo artístico no sabe muy bien dónde colocarme”.


Nunca dejó de eliminar fronteras para ir un poco más lejos, siempre se negó a hacer una distinción entre el arte “alto” y el arte “bajo”. Para él solo importaba la imaginación y se describía como “un escritor que dibuja”.


Nació el 15 de junio de 1914 en Râmnicu-Sarat, un pueblo de Rumanía, hijo de padres descendientes de judíos rusos. En 1932 ingresó en el Instituto Regio Politécnico de Milán y no tardó en darse a conocer por sus dibujos satíricos y a publicar regularmente en dos revistas de humor de la ciudad hasta 1938, cuando una ley prohibió a los judíos trabajar en Italia. En 1936, a los 22 años, conoció a Ada Ongari, una mujer casada y rodeada de un halo de misterio a quien nunca dejó de ver y ayudar económicamente hasta la muerte de esta en 1997.

En 1940, calificado como apátrida por Italia, fue internado en un campo de concentración en Tortoreto. Gracias a sus tíos, afincados en Nueva York y Denver, consiguió un visado y zarpó desde Lisboa llegando a la isla Ellis el 1 de julio de 1941. Pero ya se había excedido el cupo anual de emigrantes rumanos y acabó pasando un año en la República Dominicana. Allí no cesó de dibujar para hacer frente a la creciente demanda de sus viñetas por las revistas estadounidenses.

Por fin, en julio de 1942, llegó a Nueva York, donde siguió vendiendo sus dibujos a través de un agente (que se llevaba el 40% de las ganancias). Coincidió con Costatino Nivola, también rumano y conoció a otros artistas como Alexander Calder (https://gatosyrespeto.org/2019/04/11/gatos-moviles-y-stabiles-de-alexander-calder/) entre ellos. En febrero del año siguiente le presentaron a su compatriota Hedda Sterne y se casaron en 1944, que siguió siendo su confidente y amiga a pesar de su separación paulatina a partir de finales de los cincuenta.


Con Hedda Sterne creemos que entró el primer gato en la vida de Saul Steinberg. Un callejero de tripa blanca y capa grisácea a rayas llamado Poussin (Polluelo en francés), lo que nos lleva a pensar que era gato y no gata. Hedda Sterne fue la única mujer dentro del movimiento Expresionista Abstracto al que pertenecían Jackson Pollock o Mark Rothko, hoy en día afamados pintores, pero ella pasó al olvido, y no por falta de talento. De su relación con Saul Steinberg dijo ser “la sufrida y regularmente engañada esposa con unas pocas lunas de miel entre medias”. Sin embargo, tal como le había prometido años antes, le sujetó la mano mientras él expiraba. Hedda falleció en 2011 a los cien años.


En 1947, Henri Cartier-Bresson fotografió a Saul Steinberg en Vermont con un gatito, y ese mismo año, el artista pintó un mural en el estudio del fotógrafo Gjon Mili (https://gatosyrespeto.org/2016/03/31/el-gato-blackie-y-el-fotografo-gjon-mili/) donde se ve a Blackie – el gato fetiche de Gjon Mili -, en la esquina izquierda inferior.


Tres años después encontramos tres representaciones felinas totalmente diferentes: la famosa silla “gato” de fibra de vidrio diseñada por el matrimonio Eames y pintada por él; “Retratos”, una fotografía publicada en la revista “Flair” de unas banquetas simulando el cuerpo de gatos con las cabezas y las patas pintadas en paredes y suelo, y finalmente, la viñeta publicada en The New Yorker del gato detrás de la pecera.



Con el tiempo, los gatos redondeados del principio se harían más angulosos, más irónicos e incluso mucho más antropomorfos, como “La esfinge”. El cuerpo seguía siendo el de un gato, pero en muchas viñetas, la cabeza se convertía en geométrica, con facciones humanoides.


En 1960, Saul Steinberg conoció a Sigrid Spaeth, una joven alemana 22 años menor que él. “Gigi”, como la llamaban todos, prefería llevar faldas largas y el pelo suelto, pero desde el principio, el dibujante quiso vestirla con ropa cara y joyas. Su tormentosa relación duró 35 años durante los que nunca dejaron de discutir en público y en privado. En algún momento, Gigi adoptó a Papoose, un gato negro con una mancha blanca en el pecho. Por las fotos deducimos que probablemente fue en 1976.


Sigrid Spaeth emuló la foto de Henri-Cartier Bresson hecha en 1947 con Steinberg tumbado en el suelo. Gigi se suicidó en 1996, tirándose desde el tejado del edificio donde el artista le había alquilado un piso. Sus cenizas están enterradas al pie de un cerezo en el jardín de la casa de campo que Steinberg tenía en Amangasett, al final de Southampton, no lejos de donde reposa el gato Papoose, que incluso perseguía a los zorros.


Saul Steinberg fue un viajante infatigable, compulsivo. Recorrió Estados Unidos en coche, voló a diversas capitales latinoamericanas y africanas, e iba a Europa, sobre todo a Francia, regularmente. Vestía como un auténtico dandi, tenía coches caros y el dinero nunca representó un problema porque empezó a ganar millones al poco de su llegada a Nueva York. Jamás perdió un acento peculiar cuando hablaba en inglés que confería un tono oracular a la frase más nimia.

En 1999 pasó un mes en el Caribe, concretamente en San Bartolomé, antes de regresar a Nueva York, donde falleció el 12 de mayo de un cáncer pancreático, rodeado de sus amigos, la editora Prudence Crowther, el arquitecto Aldo Buzzi, un viejo amigo de cuando ambos estudiaban en Milán, y Hedda Sterne.

Comento aquí porque no sé si tendrán un correo o fanpage en FB para hacerlo. Por supuesto leí la entrada, como siempre, excelente. Quería saber si tienen algo sobre Paul Léautaud, estoy comenzando a leer «amores» de él y acabo de enterarme de que que fue un gran amante de los gatos. Un abrazo!
Hola, Zyx. Muchas gracias por el piropo, como siempre. Tenemos correo: gatosyrespeto@gmail.com y FB, basta con teclear Gatos y Respeto y sale. En septiembre de 2017 publicamos una entrada sobre Paul Léautaud (https://gatosyrespeto.org/2017/09/28/300-gatos-y-paul-leautaud/) y en diciembre del mismo año, otra sobre Marie Dormoy y su gato Miton (https://gatosyrespeto.org/2017/12/28/el-gato-miton-y-marie-dormoy/). Marie y Paul eran más que amigos. Otro abrazo para ti.
Leí algún artículo sobre la relación tan peculiar de Paul y Marie, corro a leer estas entradas! Muchas, muchas, y felinas gracias. Abrazo!
Que tengas un buen día (felino).